Igualdad ante todo
El primer cuarto se resume en equilibrio entre ambos equipos, el partido comenzó muy trabado por parte de las dos selecciones a pesar del 4 a 0 de parcial inicial del combinado nigeriano ninguno de los dos equipos terminaba de encontrarse cómodo. Sin embargo a mediados del primer cuarto los nervios desaparecieron, y ambos equipos desplegaron su verdadero baloncesto.
Cierto es que fueron los australianos quienes golpearon primero endosando al conjunto africano un parcial de 8 a 2 con un gran juego coral pero fue un espejismo que se truncó con tres triples seguidos de Nigeria para recuperar la ventaja y mandar el partido al segundo cuarto con igualdad absoluta tras la canasta de Dante Exum.
El segundo cuarto comenzó con la misma tónica del primero, con un intercambio de canastas que mantuvo la igualdad hasta los minutos finales del cuarto cuando los oceánicos consiguieron pequeño parcial basado en el acierto exterior y un par de buenos tiros de media distancia que colocaron a los ¨Boomers¨ con tres puntos de ventaja al descanso que se antojaban muy escasos viendo la igualdad entre ambos equipos
Atisbos de derrumbe
Tras el descanso Australia salió con las ideas bien claras y dos triples consecutivos pusieron el miedo en el cuerpo de los africanos que sin embargo no le perdieron la cara al partido y siguieron aguantando las arremetidas australianas durante todo el cuarto consiguiendo remontar un poco al final del periodo pero sin embargo Australia se marchaba al último cuarto con seis puntos de ventaja que parecían un mundo para los nigerianos a los que el físico les estaba empezando a mermar
Tifón australiano
El último cuarto fue un recital completo de baloncesto del equipo oceánico, tanto Dellavedova cómo Patty Mills machacaban desde fuera mientras que Nick Kay y Matisse Thybulle colapsaban la pintura nigeriana, todo el equipo australiano estaba de dulce y los africanos sufrieron unos minutos de bloqueo en ataque que fueron letales aunque después se recuperaron ya era demasiado tarde y un parcial 26-15 en el último cuarto fue demasiado para un equipo nigeriano extenuado pero que demostró ser de sobra capaz de optar a las medallas en estos juegos.