Marco Asensio asegura un metal para España

España tendrá medalla en fútbol en unos Juegos Olímpicos 21 años después de la última ocasión. Desde Sydney en el 2000 que fue plata al caer en la final contra Camerún hasta ahora en Tokyo 2021. La selección olímpica sufrió mucho para derrotar a una aguerrida y combativa selección anfitriona en un partido en el que España no pudo romper la muralla hasta solo cinco minutos por delante de partido. Lo decidió un Marco Asensio que se erigió como el líder que la selección necesitaba en estos Juegos Olímpicos para asegurar ese metal.

El partido tuvo un primer tiempo que rozó lo soporífero. España tenía mucha más posesión porque Japón así se lo concedía. Los anfitriones se ordenaban en un 4-4-1-1 muy claro en un bloque medio o bajo. Dejaban a los españoles tocar hasta entrar en su terreno de juego, presionando fuerte y cerrando todas las líneas de pase. La falta de fluidez y velocidad en España seguía siendo un gran problema como se vio en los otros partidos del torneo. Aun así la única ocasión reseñable en el inicio fue un cabezazo forzado de Mikel Merino que se fue arriba.

Con el paso de los minutos y con Japón estando muy cómodo en el terreno de juego, los nipones empezaron a estirarse. No lograron crear ocasiones de peligro, pero Doan, Kubo y Hayashi, sus referencias ofensivas mostraban las uñas y avisaban de que si España se descuidaba o dejaba espacios podían causar mucho daño. Oyarzabal volvió, con un mal remate muy alto, a perdonar una ocasión que pudo ser muy clara. Pero no tanto como la que tuvo Rafa Mir al 39′. El murciano se quedó prácticamente solo ante Kosei, pero su definición en el mano a mano la saca el guardameta.

Fue la ocasión más clara de todo el primer tiempo al que, salvo los últimos diez minutos en los que España logró, con más o menos acierto, darle algo de velocidad al balón, fue soporífero y en el guión que le interesaba a Japón. Los nipones tuvieron la última en una acción individual de Take Kubo que rompió líneas con una conducción, pero se quedó sin posibilidad de filtrar una asistencia clara por el repliegue defensivo español.

Ya en la segunda parte Japón salió notablemente mejor. Ritsu Doan, antes del primer minuto, ya llevó peligro, pero la defensa interceptó a tiempo. La más clara sería al 52′ tras un balón largo a la espalda de la defensa que bajó Hayashi, dejó para Hatate que chutó desde lejos, yéndose fuera por muy poco su lanzamiento. Estuvo cerca del gol España tras un penalti señalado por el peruano Kevin Ortega sobre Mikel Merino, pero el VAR, acertadamente, corrigió la decisión ya que fue falta del navarro sobre el defensor japonés.

España se rehízo y volvió a dominar, calmando el ímpetu nipón, pero sin crear ocasiones. Esas las lograba tener el cuadro anfitrión en contras o acciones individuales. La más clara una de Kubo perfilándose por izquierda y que finalizó con un potente disparo que repelió Unai Simón. Los últimos minutos de los noventa minutos reglamentarios fueron españoles. Zubimendi, Rafa Mir, Oyarzábal y Marco Asensio tuvieron hasta cuatro ocasiones de romper el partido, pero la falta de puntería o el acierto de Kosei y Sakai mantuvieron la igualada sin goles que forzaba la prórroga.

Una prórroga que fue insulsa, anodina y en la que Japón parecía, por sus cambios retirando a Ritsu Doan y Kubo del campo, firmar los penaltis desde el inicio de la misma. Aun así, si alguien tuvo una ocasión para romper ese 0-0 en el primer tiempo de la misma fue la selección nipona. Un cabezazo de Maeda tras un centro de Nakayama muy bien puesto llevó peligro. España no generó nada más allá de un cabezazo flojo de Rafa Mir a las manos de Kosei.

La más clara del segundo tiempo extra la volvió a tener Japón en una acción a balón parado que, hasta entres ocasiones, España permitió el remate, pero no acertaron a dirigir el cuero al fondo de las mallas de la portería de Unai Simón. Perdonaron los asiáticos y lo pagarían poco después. No daba España sensación de peligro, pero apareció la calidad individual de Oyarzábal en el regate y Marco Asensio que a la media vuelta y con una endiablada rosca pegada al poste ponía el 0-1. Gol del mallorquín para decidir un pase a la final, una medalla que deberá jugarse contra Brasil el próximo sábado.