Manolo Gaspar sigue agitando su libro de trucos para encajar dentro de su reducido tope salarial a un delantero más en la plantilla de José Alberto López. Las opciones son varias y muchas conocidas. Las de Borja Garcés y Cristo González, son dos ejemplos de las que nadie oculta el cuadro costasoleño está detrás. Pero hay una de la que el Málaga nunca se ha olvidado. Desde que lo traspasó al Granada para, literalmente, subsistir como entidad, el retorno de Antoñín al club estuvo siempre sobre la mesa.
Este verano su nombre siempre ha estado sobre la mesa esperando a si Robert Moreno lo descartaba o no en el Granada. Y es que el técnico nazarí no ve al malagueño aún listo para competir por minutos en LaLiga Santander. Su destino apunta a volver a salir en busca de minutos y el Málaga quiere estar en esa competición por hacerse con los servicios de su canterano. Éste el año pasado en el Rayo Vallecano dio muestras de claro crecimiento al anotar 7 goles en 30 partidos.
Saben que no será fácil porque el Granada prefiere, como ocurrió el pasado curso, que se vaya a otro sitio que no sea su casa para que lejos de un entorno donde pueda sentirse acomodado, crezca. Pero en La Rosaleda no desisten para que su desgarbado, pero a la par buen canterano, regrese para acabar lo que empezó en la 2019/2020.