Con la mira torcida
Osasuna y Celta no pasaron del empate en un choque vibrante donde, las ocasiones más claras fueron para los navarros
Celta y Osasuna se presentaron en el tapete del Sadar sin conocer aún la victoria en esta campaña tras sus derrotas y empates, respectivamente. El Celta salió con su centro del campo en rombo habitual con la sorpresa de la inclusión en el once de Domínguez. En cambio, Osasuna presentó 2 cambios respecto a su último partido contra el Espanyol: La vuelta de Aridane al eje de la zaga y el re-debut de Manu Sánchez, tras hacerse oficial que vuelve a Pamplona en forma de cedido.
Como siempre, Osasuna asumió el riesgo de tirar la línea muy lejos de portería—más aún con los cañoneros que tiene el Celta— y no tardó mucho en crear problemas a los vigueses. La primera la tuvo el ariete de Cuenca Kike García, tras un saque de banda y un cabezazo de Brasanac. Su disparo no encontró portería.
El Celta tenía el dominio territorial, pero Osasuna seguía saliendo con peligro. En una de estás, Nacho Vidal llevó un contragolpe a las mil maravillas, pero Rubén no fue capaz de mandar el balón al fondo de las mallas tras un recorte de mucha clase. Eran minutos de asedio rojillo, embotellando al Celta a base de ganar segundas jugadas. Kike García, tuvo su segunda ocasión en un disparo que no conectó bien desde la frontal del área.
Ritmo frenético
La réplica de los vigueses fue inmediata de la mano de Denis Suárez. Su disparo de media distancia se fue muy por encima de la meta defendida por Herrera. Los visitantes seguían sin poder enganchar con sus atacantes, y su única alternativa era mandar balones largos sin ton ni son, donde los centrales rojillos son imperiales.
El Celta estaba pidiendo el descanso a gritos, pero el cañonero Kike no cedía y seguía probando a Dituro. Yo me lo guiso yo me lo como: Un balón largo de Herrera, control de pecho y zurriagazo que atajó el arquero argentino. A medida que Moncayola y Torró se comen el centro del campo del Celta, las ocasiones se sucedían. Los rojillos salían a la contra como si fueran toros bravos en la calle estafeta un 7 de julio: Brasanac la puso rasa para Kike Barja, pero el navarro no llegó a conectar con el balón por centímetros.
La siguiente fue para el todoterreno Moncayola llegando en segunda línea. Manu Sánchez ganó la línea de fondo, pero el testarazo del navarro se fue desviado. Con esto se llegó al ecuador del partido.
Penalti y polémica
Tras el paso por vestuarios y nada más arrancar el segundo tiempo—segundo 15—Domínguez dejó botar el balón en un pelotazo largo e intentando protegerlo cometió un penalti inocente, al sacar la mano a pasear y contactar con la cara de Kike. El de Motilla del Palancar sacó petróleo de la nada.
Nada más lejos de la realidad, Rubén García erró el penalti tras una parada bárbara de Dituro, que despejó con los pies el que iba a ser el 1-0 para los de casa. La temperatura del partido iba creciendo, a raíz de que Alberola Rojas no vio nada punible en una acción donde el balón tocó claramente en la mano separada de Nacho Vidal.
El ida y vuelta no cedía, pero el Celta iba ganando terreno poco a poco, a medida de que Denis, Brais, Aspas y compañía empezaron a carburar. Todo se igualó y con los cambios el partido perdió ritmo. Poco a poco el partido fue perdiendo fuelle, aunque Osasuna seguía siendo mejor.
Jagoba puso toda la carne en el asador dando entrada al Chimy Avila y Ante Budimir, pero tanto a los navarros como a los gallegos, les costaba horrores crear ocasiones de peligro.
Cuando el partido agonizaba llegó el arreón definitivo de Osasuna con 2 cabezas consecutivas del Chimy Ávila. Con esto concluyó el partido y Osasuna no consiguió derribar el muro de Dituro.
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