La Juventus sigue sin ofrecer sensaciones de mejora. En la segunda jornada de la Serie A, la ‘Vecchia Signora’ fue presa de su propia inconsistencia y nulo engranaje, que ayudaron al Empoli a salir con los tres puntos de su visita a Turín (0-1). Valió el solitario tanto de Leonardo Mancosu para que el equipo de Aurelio Andreazzoli, de actuación impecable, se impuso al de un Massimiliano Allegri que tendrá mucha labor en este parón de selecciones.
El Empoli impone condiciones
La turbulenta semana vivida con el posible adiós de Cristiano Ronaldo, finiquitada el día de ayer sábado, fue un golpe muy duro del que la Juventus se quiso hacer al margen. Los primeros minutos en el Allianz Arena parecían refrendarlo muy bien, con los ‘bianconeros’ encimando al Empoli en su área y buscando portería con insistencia. Sin embargo, todo ello fue una mera ilusión. En cuanto su rival encendió la máquina, el partido comenzó a cambiar. Aprovechando los espacios que dejaban los locales mientras estos atacaban, los ‘azurri’ transitaban violentamente directos hacia Szczesny. Bonucci, líder de la zaga, despejó varios balones directos a su campo tras sendas contras. Pero, poco a poco, los veloces acoso pasaron a ser circulaciones largas que empezaban a impacientarlos.
Solamente Chiesa era su gran bastión para poder competir de igual a igual. Alejado de la sangría que sufría su equipo, el flamante campeón de Europa intimidó con cada zancada llena de gambetas y enganches. Para mala suerte juventina, Vicario se hizo grande para atajarle una ocasión clara tras un jugadón suyo y justo antes del campanazo. Bajrami, lateralizando su posición, metió un balón al área que Mancosu, tras muchos desvíos, mandó a guardar (21′). Tras ello, el asedio del Empoli ni muchos menos frenó, de hecho pudo hacer el segundo si los misiles de Cutrone y el propio Mancosu, inspirados e imparables, no se hubieran desviado. Asfixiada ante la intensa presión visitante, la Juve terminó por agradecer el descanso, consciente de verse inferior en todo registro.
Deshonra ‘bianconera’
Con los cambios de Morata y Bernardeschi, necesarios ante su poca incidencia ofensiva, la Juve pareció recuperar fuerza en el campo. No obstante, el arreón anímico no estuvo no se vio plasmada en su estilo de juego, tan plana y sin alternativas. Al Empoli le bastó con mantener su dinámica y engranaje colectivo, que no tardaron en volver a llevar a la desesperación al equipo de Allegri. Ya sin Chiesa, frenado por el buen hacer ‘azzurro’, Kulusevski se erigió como la nueva arma juventina. El sueco y Locatelli, recién ingresados, otorgaron un segundo aire a su equipo. Es más, ambos casi llevan la igualada al marcador de no ser porque el italiano mandase fuera su remate dentro del área.
Después de esa acción, el partido se rompió notoriamente y los ‘bianconeros’ se jugaron el todo por el todo sin éxito. Sin plan, sin caminos y sin estrella, la Juventus se seguía aferrando a la calidad individual de sus jugadores para intentar marcar el empate. Lamentablemente para sus intereses, la férrea zaga del Empoli y un superlativo Vicario no dieron opción alguna. La impotencia se apoderó del equipo turinés, que acabó sucumbiendo de la manera más penosa posible. Fueron presa sencilla para un ascendido Empoli, triunfante en Turín 34 años después. Allegri tendrá ahora descanso para tratar de recomponer a su herido y frágil equipo, antes de que la seguidilla de partidos les pese de más. Aunque lo cierto es que la salida de Cristiano ya empieza a pasarles factura.
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