Es innegable que hay una seria preocupación instaurada en el Real Valladolid por el inicio de la temporada. Tampoco es que un mal comienzo sea algo novedoso en el club pucelano. Los siete puntos que ha sumado el equipo comandado por Pacheta en la actual campaña son muy escasos para un conjunto que pretende luchar por el ascenso directo. Pero lejos de los puntos, tampoco las sensaciones son las mejores en los últimos tres encuentros en los que los pucelanos han sumado un parcial de 6-0 y acumulan 307 minutos sin marcar.
Sin embargo la historia dice que este mal arranque no quiere decir absolutamente nada. El conjunto blanquivioleta, pese a la nueva derrota en Montilivi, tiene recuerdos más que positivos en los que apoyarse. En la temporada 2006/2007, con José Luis Mendilibar en el banquillo, los pucelanos sumaban también siete puntos después de la sexta jornada. Mismos guarismos que ahora y el técnico de Zaldibar estaba muy cuestionado después de una dolorosa derrota ante la extinta UD Salamanca en Zorrilla (2-3) el 1 de octubre de 2006.
Una derrota que, además, por la rivalidad que existía entre equipos, ciudades y aficiones dejó al técnico vasco al borde del cese. Tirando de hemeroteca se encontrará que aquella primera semana de octubre se habló de que el técnico se la jugaba frente al Lorca el fin de semana siguiente. Una pírrica victoria (1-0) dio aire al técnico que tras ese partido también dio una rueda de prensa muy crítica con su equipo pese a ganar.
Pero lo que nadie pensó pasaría es que también dio paso a una sensacional racha de 29 partidos sin conocer la derrota que supuso un ascenso meteórico a Primera División como claro campeón. Y es que el equipo no volvió a perder hasta el 5 de mayo, en la jornada 36 frente a la UD Almería (3-2), con el regreso a la máxima categoría consumado.
Aquella temporada el Real Valladolid ya no volvió a perder hasta la jornada 36 frente al x con el ascenso ya consumado. Un precedente que demuestra que hace falta paciencia y que los equipos no suben en el mes de septiembre; que pese a que la preocupación por la situación actual es evidente por los resultados y las sensaciones, Pacheta puede encontrar con trabajo y humildad la tecla que lleve al equipo a las victorias y a Primera. Hay que tener paciencia.