Fiesta groguet en Berna

El partido no pudo comenzar mejor para el conjunto groguet que no tardó en abrir la lata de los goles y ponerse por delante en el marcador. Centro lateral y cabezazo. Así de sencillo. Pedraza metió un balón con rosca al segundo palo y ahí, entrando con la fuerza de un Submarino, apareció Yéremi Pino (que hoy cumple 19 años) para cabecear a la red. Hizo la estatua Von Ballmoos. Inicio inmejorable para los españoles. En vez de un submarino el Villarreal parecía en la noche de este miércoles un avión y es que no tardó en poner el segundo y, de nuevo, con la misma fórmula: centro, cabezazo y gol. Acción a balón parado, Parejo sacudió su varita y metió un balón mordido al punto de penalti y Gerard Moreno, como lo que es, un nueve, remató de cabeza a la red.

Con un 0-2 en el marcador trató de reaccionar el conjunto suizo. Cabezazo de Fassnacht, el máximo goleador del equipo, entrando en carrera que se marchó desviado. Error incomprensible; estaba solo. El gol, de haberse producido, tendría que haber pasado por los escáners del VAR: parece haber fuera de juego previo al centro. Y no sería la última para los locales que poco después tendría otra clarísima que se estrelló en la cruceta. Soltó un latigazo desde 25 metros Aebischer, el balón cogió altura y potencia, dejó temblando la portería tras reventar la cruceta y le dio a Rulli en la cara. El argentino, aturdido, se levantó como pudo, intentó buscar el esférico estrellado y cuando lo vio, ya lo tenía Elia, que intentó definir desde una posición muy escorada y lo tiró fuera.

Estaba viviendo un buen momento el Young Boys que apretaba buscano recortar distancias. Acumulaban una llegada tras otra y, por suerte para el Villarreal, fallaba la efectividad para recortar distancias. Aguantó los envites el conjunto español que se fue al descanso con su renta de dos goles.

Comenzó el segundo tiempo como terminó el primero, con los locales perdonando. Mano a mano de Fassnacht, que picó la pelota y superó a Rulli, pero no la dirigió a portería. Llegó Elia en el segundo palo, remató de primeras y la mandó al lateral de la red. También perdonó el tercero el Villarreal. Perdonó Pedraza. Incursión por la izquierda, dejó atrás a la marca, se metió solo en el área, disparo duro y la estrelló en el travesaño. No se iba a encerrar atrás el conjunto groguet. Rondaba el Young Boys la portería de Rulli, pero no daba con la tecla. Aplaudía Emery el sacrificio defensivo de sus pupilos.

Pasaban los minutos y parcía cada vez más lejos la épica de los suizos. Conseguirían recortar distancias en el 78′. Se le acababa el tiempo al Young Boys, pero llegó el gol dejando una recta final de infarto. Pase alto a la espalda de la defensa que cazó Elia, ganó en carrera a Albiol y cuando Pau le iba a robar el balón, armó el disparo y marcó con el interior. Tras el gol hubo otro susto para los amarillos. Albiol, tras recibir un pelotazo de Fassnacht, se marchó en camilla y con el cuello inmovilizado. En los últimos minutos del duelo llegaría el gol de la tranquilidad para los groguets. . Pedraza le dio un pase a Alberto Moreno Este recibió, le brindó un pase de la muerte a Danjuma, fusiló e hizo Von Ballmoos el paradón de la jornada. Pero el rechace le cayó a Alberto Moreno, que remató de primeras y la mandó a la red. 

No acabaría ahí la fiesta groguet. En el descuento llegaría el cuarto. Apenas llevaba 1 minuto sobre el campo, pero a Chukwueze le vale. Contragolpe liderado por Gerard Moreno, que meteióun balón raso dentro del área y el 11, sin marca ni presión, definió con el interior de la bota.  El Young Boys no perdía en casa desde el 18 de marzo (hace 216 días) pero apareció un submarino hoy con aire de aerolínea para llevarse un triunfo importante.