Hay vida para el Wolfsburgo

El Wolfsburgo no termina de decir su última palabra en la UEFA Champions League. Los ‘lobos’ se aferraron con colmillos y garras a su última oportunidad de seguir soñando en la máxima competición continental y no fallaron. El trabajado triunfo (2-1) contra el Salzburgo, que se quedó corto de cara al gol, evitó su eliminación en la fase de grupos, permitiéndoles recargar sus ánimos de cara a la recta final.

Giro positivo al guion esperado

Al ecuador de la temporada continental, Kohfeldt, nuevo entrenador del equipo de la Volkswagen, entendía que al Wolfsburgo solo le quedaba ir a por todas. Un mensaje que, con el rival estudiado y la estrategia definida previamente, parece caló profundo. Los teutones salieron con todo a ‘morder’ a su oponente. Aunque, tal cual como en Austria, Adeyemi tendría el gol nada más comenzar el duelo, pero erró el remate. Quién sabe lo que hubiera pasado de haber anotado. En todo caso, los locales sí que aprovecharían su ocasión. Gerhardt, toda la noche invisible para la defensa austriaca, logró internarse al área y soltar un balón raso que Baku, llegando desde atrás, mandó a guardar (3′). Premio para el conjunto alemán, que nada tenía que ver con él de hace dos semanas.

Revitalizado y sin conceder tanto, los ‘lobos’ volvían a corromper a un Salzburgo apurado en base a su buen orden defensivo y agregando peligro en transición. Apenas un tiro lejano de Susic creó peligro para Casteels. Sin embargo, el campeón austriaco, guiado por Seiwald, se recuperaría de a pocos. El canterano marca ‘RB’ se hizo omnipresente sobre el campo, recuperando balones, estirando a su equipo y generando ocasiones por su cuenta. Fue así que, los de Jaissle tentaban con el gol por más que tuvieran cerrada el área. En ese caso, Wöber se vistió de Pirlo y ejecutó un precioso tiro libre que dejó pasmados a los presentes. Pudo recular el Wolfsburgo, mas Weghorst y, sobre todo, Nmecha llevaban peligro en cada intervención, recobrando la ferocidad germana antes del descanso.

Nmecha corona su gran noche

Precisamente, el joven alemán se robaría todas las miradas en el ida y vuelta con el que comenzó el segundo tiempo. Por encima de Adeyemi y Okafor, que falló dos veces delante de portería al inicio del complemento, Nmecha se llevó todos los reflectores con cada control orientado, cambios de ritmo y genialidad con el balón. Resultó imparable para los austriacos y ello se demostró en su gran tanto. Balón largo de Arnold, control dentro del área, aguante y empalme: golazo (60′). Jaissle, pasmado por la actuación de su equipo, introdujo variantes que devolvieron el balón y el peligro a su juego. Lástima que no bajó su ritmo el Wolfsburgo. Gracias a seguir presionando en su campo y salir a toda marcha, tuvo una doble chance seguida con Gerhardt (que Wöber evitó) y Nmecha (remató alto).

Con el duelo nuevamente roto, las pequeñas diferencias iban a dictar veredicto final. El Salzburgo iba sobrado de ello, arrinconando a su contrincante y buscando portería con insistencia. En ese entonces, la figura de Guilavogui, despejando todo balón dentro del área, y Casteels, con manos salvadoras se hicieron presente. El belga exhibió toda su jerarquía con grandes atajadas a Sesko, Kristensen y Aaronson en los descuentos para llevar tranquilidad y cerrar un triunfo que complica aún más el grupo F. En especial a un Salzburgo que no tuvo la contundencia que usualmente maneja para mantener su invicto y, más importante, sellar su pase a los octavos de final. Una posibilidad que se le abre ahora al Wolfsburgo, renacido de la mano de Kohfeldt y listo para competir. Hay vida para ellos.

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