La esperanza del Getafe pasa por ganar en el Estadio La Cerámica

Mañana se abre la jornada del domingo, a las 14 horas en LaLiga Sanatnder con un vibrante partido entre dos equipos con dinámicas diferentes en La Cerámica.

El Villarreal con la racha de cuatro partidos sin conocer la victoria recibe en su estadio a un nuevo Getafe, dirigido por Quique Sánchez Flores que parece que le ha dado un cambio de aires a sus chicos.

Choque de estilos

Se ven las caras dos esquemas totalmentes opuestos ya que son dos técnicos, los del Villarreal y Getafe, con mucha personalidad. Unai Emery y Quique Sánchez Flores, respectivamente.

Un Villarreal con ganas de tener el balón, de crear ocasiones y buen fútbol tendrá que romper mañana el muro azulón liderado por Djené, si quiere llevarse los tres puntos.

El “submarino amarillo” actualmente está mas cerca de la zona de descenso que de la europea, su objetivo al inicio de la campaña, por lo que una nueva derrota agravaría la crisis en la competición doméstica, tras una semana en la que se reencontró con la victoria ganando al Young Boys en la Liga de Campeones y en la que el entrenador Unai Emery puso fin a los rumores sobre su posible marcha al Newcastle.

Y es que la alegría fue inmensa cuando, esa misma noche, Emery confirmó al presidente que se quedaba en Villarreal y que rechazaba finalmente la posibilidad de poner rumbo a la Premier. Lo que pudo ser un día fatídico acabó en fiesta amarilla.

El conjunto castellonense mantiene para este encuentro las importantes bajas de Gerard Moreno y Juan Foyth, ambos lesionados, pero recupera al lateral belga Serge Aurier, que no pudo jugar en la Liga de Campeones al no estar inscrito y que entrado de pié en el Villarreal.

Por su parte, el Getafe llega al partido tras quitarse un peso de encima ganando la pasada jornada al Espanyol y celebrando la primera victoria del curso en su feudo, en un duelo en el que destacó el turco Enes Unal, autor de los dos goles.

Con esos tres puntos, el Getafe sigue siendo colista pero prepara la semana sin la ansiedad de no conocer la victoria. En el vestuario el mensaje es claro. “Un partido, una final”. No lo va a tener nada fácil para mantener la categoría el equipo azulón pero queda mucho y la temporada es larga.