Una Juventus bipolar vuelve a tropezar

Bastante debe hacer la Juventus para rescatar su situación en la Serie A. La irregularidad de los ‘bianconeros’ nuevamente les costó mucho, esta vez una igualada (1-1) contra el Venezia. Los del este de Italia dejaron en claro que, por más bajo que se encuentren, pueden complicar a cualquier rival que sea. Lo comprobó con creces el gigante italiano, que sigue estancado fuera del podio.

La ‘joya’ se apaga

Luego de hacerse con el premio grande en su último concurso en la Champions League, a la Juventus le volvía a tocar la realidad de su campeonato. Impredecible como solo el equipo de Allegri puede ser, de primeras estos salieron esbozando una sonrisa. La misma se borraría en un instante cuando Dybala tuvo que salir del campo tocado. Ya sin Chiesa y en ese instante sin el argentino, los activos que pierde la Juve antes de Navidad le complican la vida. Aunque. por lo menos en la primera parte, así no lo sintieron cuando Morata empezó a ejercer oficio fuera y dentro del área. Incontrolable el español para el Venezia, que replegaba en todo momento para no ser desbordados. Una postura acorde al buen ejercicio que desempeñaba su rival, que falló hasta el cansancio.

Kaio Jorge -que entró por Dybala-, Bernardeschi y Cuadrado tuvieron el primero en sus botas. En especial estos últimos, que rompían rivales a punta de velocidad y se acomodaban con mucho tecnicismo delante de Romero. El subcampeón en Brasil 2014 contuvo con sus paradas las acometidas juventinas, que cada vez golpeaban con mayor peligro hasta alcanzar conectar. Pellegrini, en uno de sus tantos atemorizantes envíos al área, encontró a Morata en el primer palo para que este solo toque el balón al arco (32′). Premio para el ex del Atlético y Real Madrid, que permitió a sus pares jugar con el marcador esperando por que los de Zanetti se estiren para poder atacarlos en transición. Casi les sale la jugada, pero Cuadrado mandó cruzado su tiro. Algo de lo que se arrepentiría después.

Corazón ‘alado’

Las cosas parecían ser un ‘deja vu’ de un encuentro contra el Malmö para la Juve. No obstante, los recién ascendidos demostraron que su clasificación en la tabla es una cuestión de mala suerte. Apenas en los primeros compases, Aramu tiró del carro e hizo del combate una cosas de dos. El volante fue protagonista en todos los progresos de los locales, tentando con el gol hasta conseguirlo. Pero antes, Busio erró un tiro que intento colocar. En esas, casi él mismo falla otra vez, pero esta vez fue más listo asistiendo a Aramu en la frontal y así igualar el marcador (55′). Tras ello, el ida y vuelta se desató muy pronto, mas con ligero control turines. Estos, por contra sin Dybala, no encontraban las formulas para verdaderamente ser punzantes, por más que las ocasiones se sucedieran constantemente.

Morata, Rabiot y Bernardeschi tendrían sus chances claras antes de que Aramu, Henry y Haps devuelvan el golpe. Por un tramo, el Venezia prefirió ser precavido, sostenerse y enlazar transiciones mortales. En esas, De Ligt se hizo jefe para evitarlas. De haber su equipo aprovechado la jefatura del neerlandés, la historia hubiera sido otra. Ello también es culpa de un Romero que realizó un paradón a Bernardeschi a quemarropa. La chance más clara que tendrían hasta el final, puesto que los ‘leones alados’ se alzaron para también poner contra las cuerdas a una Juventus que estuvo alejado de la victoria. Y es que de no corregir su actitud bipolar, los tropiezos son cuestión de pan de cada día.

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