Un Mirandés muy mermado estrena el año frente al Zaragoza

Sin tiempo para celebrar el año nuevo el apretado calendario de LaLiga Smartbank sigue su ritmo axfiasiante. Paradójicamente, y sin que sirva de precedente, el final de 2021 coincidió con el final de la primera vuelta. Una primera vuelta que, tanto para Zaragoza como Mirandés, ha sido irregular y con más sombras que luces. Toca mejorar mucho para ambos conjuntos. 

El Covid azota en Anduva

El Mirandés ha sido uno de los equipos que más ha sufrido el Covid tras el retorno de las Navidades. Hasta 19 positivos hubo en el conjunto rojillo (10 del primer equipo). De hecho, la sesión de entrenamiento del martes quedó suspendida a causa de ello. Aún así, el duelo no corre peligro puesto que para poder jugarse debe haber 13 jugadores disponibles entre el primer equipo (de los que debe haber al menos cinco) y el filial, condición que se cumple. 

Lolo Escobar analizó en rueda de prensa las dificultades por las que está atravesando su plantilla: “Nadie tiene la culpa de esto que está pasando. A nosotros nos ha afectado así y al Real Zaragoza afortunadamente le ha azotado menos, pero lo cierto es que no vamos a competir en las mismas condiciones”. El propio club no ha oficializado los jugadores afectados pero sin duda alterarán el devenir del encuentro. Un partido que será clave para poder salir de la zona caliente de la tabla, ahora mismo marcan la salvación con 23 puntos.

Dependencia del tridente 

El equipo del Ebro si algo tiene que revertir en esta segunda vuelta es la faceta defensiva. Con 34 goles encajados (1.61 por partido) son el equipo que más goles ha encajado de toda la liga, solo por detrás del Alcorcón. Unos guarismos que contrastan con los números ofensivos donde ahí sí verdaderamente son productivos. Hombres como Iñigo Vicente, Roger Brugué o Sergio Camello están siendo los pilares en la faceta goleadora. Entre ellos aglutinan 18 de los 28 goles (65% de los goles del equipo). El dato requiere mayor relevancia si tenemos en cuenta también las asistencias elevándose la cifra hasta las 24, es decir, en apenas cuatro goles no ha habido participación de este particular tridente. 

En Zaragoza las cosas no son mucho mejores. Si bien es cierto que son de los equipos más correosos de la categoría, tan solo han perdido cinco encuentros, les cuesta mucho ganar. Prueba de ello fue la histórica racha en la que encadenaron nueve empates seguidos. La llegada de JIM consolidó al equipo y le hizo establecerse en la zona media de la clasificación. Sin embargo, el tramo final de noviembre y el mes de diciembre fueron muy irregulares (una victoria, un empate y tres derrotas), lo que provocó no poder acercarse a los puestos de Playoff.

Recuperar la solidez defensiva 

En cuanto a esta racha de partidos el entrenador alicantino se mostró contundente: “El que controla dos áreas tiene mucho ganado y nosotros no hemos controlado la que nosotros éramos fuertes, la defensiva”, ha afirmado JIM sobre los últimos encuentros de su plantel, en los que cayó por dos goles a cero ante el Tenerife y por tres a cero contra el Almería. Mejorar en este aspecto se antoja necesario para poder revertir esta dinámica negativa. 

Una de las armas a las que se aferra el Zaragoza es su gran baza como visitante. Su rendimiento lejos de la Romareda es más que notable con 14 puntos en 10 encuentros y solo dos derrotas (Valladolid y Almería). Dos de los campos más difíciles de la competición. Para ello, la zaga central compuesta por la veteranía de Jair (32 años) junto con la juventud de Francés (19 años) ha tenido gran parte que ver en esta consistencia defensiva. Mención especial también merece el retorno de Eguaras, jugador del Mirandés durante dos temporadas, que volverá a Anduva como una pieza clave del engranaje de Juan Ignacio.