El Sevilla jugará los cuartos de final de la Copa del Rey tras eliminar con una solvente victoria al Real Zaragoza. Los andaluces derrotaron por 0-2 al conjunto maño en un partido con sabor a primera división. Habían pasado nueve años desde el último encuentro entre sevillistas y zaragocistas. El conjunto visitante se llevó el partido a raíz de hacer lo que mejor sabe: ser efectivo en las dos áreas. Con una férrea defensa y con los goles de Koundé y Rafa Mir, uno en cada, el Sevilla solventó la papeleta.
El Zaragoza saltó al terreno de juego decidido a reivindicarse delante de su afición. Una afición deseosa de alguna alegría, pues en las últimas jornadas ligueras ha visto como su equipo caía frente Almería, Tenerife y Mirandés (tres derrotas consecutivas que han hecho daño en la parroquia zaragocista). Pese a no crear peligro, los hombres de JIM mostraron una gran intensidad en los primeros compases del partido. Mientras, los visitantes mantenían la calma y no se precipitaban a la hora de atacar.
Con el choque tranquilo, sin ocasiones por parte de ningún equipo, lo que predominaba eran los centros laterales. Y así fue como cayó el primer gol de la tarde. Un centro lateral mal por Chavarría fue a parar a las botas de Jules Koundé, que desde el borde del área soltó un latigazo impecable que fue directo a la red. Imparable para Ratón. Era el primer tiro a puerta en todo el partido y el Sevilla ya mandaba en el marcador. A raíz de este gol, Los maños reaccionaron y estuvieron cerca de empatar en un saque de esquina, pero el marcador no se movería más durante la primera parte.
El descanso le sentó mejor a los zaragocistas, que buscaron el empate desde el inicio de los cuarenta y cinco minutos. Petrovic, de cabeza, tras una buena jugada individual de Zapater, puso el primer aviso. Minutos después, Borja Sainz, el que más lo intentó por parte de los locales, rozó el gol pero un defensa desvió el balón. Fueron minutos de arreón donde el Real Zaragoza tuvo encerrado en su área al Sevilla, pero los grandes se diferencian del resto de equipos porque no perdonan si los dejas vivos.
El Sevilla, una vez superado los minutos de arreón local, encontró el gol de la tranquilidad en una contra. Ocampos, con un gran pase, dejó solo a Rafa Mir, que había salido en la segunda parte, y el punta no perdonó ante Ratón. El delantero murciano, con pasado en el Huesca, puso un poco de picante al partido con una celebración provocadora. Encendió a la afición local señalándose su nombre y haciendo gestos a la grada.
El encuentro ya estaba finiquitado y solo había que esperar al pitido final. Álvaro pudo anotar el gol del honor por parte del Zaragoza, pero falló en boca de gol tras un remate de Puche. Así pues, el Sevilla se llevó la victoria y la eliminatoria con una victoria trabajada que le permite avanzar a los octavos de final. El Zaragoza termina su andadura en esta edición de la Copa del Rey y ahora deberá centrarse en la competición liguera, en la cual debe escalar posiciones si no quiere sufrir más de la cuenta.
