El Rayo se ha citado con la historia después de vencer al Mallorca con un gol de Óscar Trejo desde el punto de penalti. El conjunto vallecano se mete por segunda vez en su historia en unas semifinales de Copa después de apear a los bermellones por un grosero de Russo.
La primera parte ha sido una puesta en escena llena de nerviosismo en ambas escuadras. Los dos equipos se han ido tanteando buscando resquicios en las defensas de ambas formaciones, pero sin acierto. El Rayo lo ha intentado con balones largos a la espalda de Maffeo, pero el lateral catalán ha estado muy bien en todo momento, marcando de cerca a Álvaro García.
El Mallorca, por su parte, ha buscado en todo momento la cabeza de un Muriqi omnipresente en los balones aéreos pero sin compañía que aprovechase sus luchas. Al final, la igualdad se ha roto por un penalti absurdo de Franco Russo sobre Álvaro García que ha acabado materializando Trejo. A falta de un minuto para que finalice la primera parte, un error grosero le ha dado ventaja a un Rayo que no ha encontrado su mejor versión a lo largo del acto primero.
Control rayista
Nada más empezar los segundos cuarenta y cinco minutos, el Rayo se ha vuelto a acercar al gol con un cabezazo de Álvaro García que ha repelido a la perfección Sergio Rico. Ante la presión vallecana, Luis García ha decidido agitar el árbol para dotar de más peligro al ataque mallorquín. Con la entrada de Dani Rodríguez y Salva Sevilla, el equipo ha empezado a encadenar pases y ocasiones de peligro. Primero Kang In con un disparo desde la frontal y luego Muriqi se han acercado al tanto del empate.
Sin embargo, la insistencia bermellona se ha ido difuminando a medida que han pasado los minutos y Trejo ha ido ganando presencia sobre el terreno de juego.
Con peligro en ambas áreas, el Rayo se ha dedicado a conservar la ventaja con fútbol y posesiones largas orquestadas por el argentino y un Comesaña excelso.
El paso de los minutos ha obligado al Mallorca a ir a por el empate, pero tan sólo Muriqi se ha acercado a la meta de Dimitrevski. El ariete kosovar ha rematado por encima del larguero ante la mala salida del macedonio. A pesar de la insistencia, el Rayo se ha llevado la alegría de la ilusión copera y empieza a soñar en grande.