Karrikaburu desata la euforia realista
Un doblete del delantero vasco le da la victoria a la Real Sociedad B, venciendo al Sporting de Gijón 2-1 y encadenando de esta manera tres victorias seguidas.
Cerró la trigésima jornada de LaLiga SmartBank un duelo alojado en la zona baja de la tabla y que cualquier punto es una bombona de oxígeno para salir del descenso. El Sanse solo miró por tratar de seguir la buena racha de victorias y darle una alegría a la afición. Y así fue, un gol de Karrikaburu en el 95 de penalti desató la locura en San Sebastián y le dio una victoria sufrida a su equipo por 2-1.
El guión estaba estipulado desde el primer momento y la Real de Xabi fue el dominador del esférico, haciendo que el Sporting tuviera que esperar pacientemente la ocasión para salir al contragolpe y hacer daño con velocidad y espacios.
Sobre el 20’ se dio el primer susto de verdad en el césped. Alkain se adueñó del balón y lo mandó al fondo de las mallas que, de no ser por un previo agarrón, hubiera sido el primer tanto del Sanse. Pudo abrir el marcador con una acción que, hasta ese momento, fue la más clara.
El Sporting despertó con el susto aún metido en el cuerpo y quiso llegar más asiduidad hasta Zubiaurre, que no tuvo apenas trabajo en la primera mitad. La principal tarea de los rojiblancos era frenar a Sola, que fue de los mejores de los locales y por sus botas pasó todo el peligro realista.
Hubo que esperar hasta el minuto casi 40 de encuentro para que se viera al Sporting en el área contraria con la intención de crear una jugada con cierto peligro. Nacho Mendéz remató un balón colgado al área que se marchó por línea de fondo, pero que fue lo mejor de un pobre Sporting.
El premio al esfuerzo lo mereció, sin duda, los de Xabi Alonso, que se adelantaron en el marcador antes de que terminasen los primeros 45 minutos con un gran gol de Karrikaburu. El delantero se internó desde la izquierda y, sin que nadie le saliera al paso, mandó el balón al fondo de las mallas con un latigazo al palo derecho de Mariño.
Con una ventaja mínima, ambos equipos se marcharon a los vestuarios. El Sanse fue ligeramente superior a un Sporting perdido sin ideas en el campo, pues con Karrikaburu no se necesitó más para aventajarse en el partido.
Más distinto fue la segunda mitad, donde el Sporting se soltó, la Real B siguió luchando consigo misma para volver a anotar. Los locales siguieron insistiendo, primero con Karrikaburu y después con Robert Navarro con una jugada que acabó con la pelota en las manos de meta gijonés.
Conforme pasaron los minutos, el partido se volvió un correcalles sin que nadie pudiera poner orden. Karrikaburu en el 58’ disparó un balón bloqueado por la defensa rival y, segundos después, lo intentó Djuka en el otro área, también sin éxito.
Minutos después, una jugada iniciada por Kravets terminó con el delantero montenegrino Djuka poniendo las tablas en el marcador. Perdonó demasiado la Real B a pesar de haber gozado de muchas ocasiones, algo que en segunda se paga caro.
Con todo por decidir en el último cuarto de hora, el Sanse no desistió en la búsqueda del gol que le diera la victoria. Ambos conjuntos agotaron los cambios con el fin de agitar la coctelera y diera resultado. Kravets se sacó un zurdazo desde la frontal que se desvió al lateral de la portería, una ocasión de oro para adelantarse. Más tarde, el Puma no remató por poco un balón colgado por Ramírez.
La Real también quiso desempatar y decantar la balanza a su favor. Los minutos finales del descuento fueron un largo trance para desembocar en un penalti que firmó la locura en el Reale Arena a dos minutos de finalizar el choque. Una mano de Ramírez en el área del Sporting desembocó en penalti, transformándolo con brillantez Karrikaburu y dándole la victoria a la Real B en un final de locura.
Así terminó un partido donde se hizo justicia, el Sanse jugó un mejor papel en el campo que el Sporting, que tuvo algunos ratos buenos, pero anduvo perdido y desubicado. La Real B, de esta forma, obtiene una victoria que le sube aún más la moral al equipo y encadena tres encuentros seguidos ganando, sigue en puestos de descenso, pero se pone a cuatro puntos de la salvación.
