La Roma continúa consolidándose

La Roma, una fecha más, parece dejar más en claro que ya ha encontrado su rumbo en la Serie A. A pesar de circular por un camino de piedras en el primer periodo, acabó superando firmemente (0-1) a la Sampdoria. Corto resultado, mas jerarquía absoluta separaron a ambos conjuntos, y eso acabó pesando en el verde. Segura la quinta plaza, los capitalinos aún sueñan con la Champions League.

Un error, un gol

Tras hacer una profunda remodelación de plantilla, Mourinho ha encontrado por fin las piezas correctas para su esquema. No encontró resultados en la primera quincena del 2022, pero desde febrero su Roma ha cambiado su imagen para bien en liga. Es así que, tras 9 nueve partidos invictos, los ‘giallorossos’ visitaron Génova deseosos de seguir con la racha. En las mismas no estaba la Sampdoria, que –como ante la Juventus- planteó un partido áspero y ultra incómodo para su rival. Cercando el medio y fijando marcas extenuadamente, los de Giampaolo a duras penas dejaban que moviera el balón. Y si eso pasaba, debían ser ellos quienes lo hicieran. Mejor dicho, debía serlo Sensi.

En sus pocas apariciones, el italiano logró desarticular entre líneas a los romanos, que luchaban por hilar o jugadas por bajo o mediante balones largos a Abraham. Mientras eso ocurría, en una enésima eterna lucha aérea, Sensi acabó quedándose con el balón y asistiendo a un Caputo que disparo a las manos de Rui Patricio. Parecía que la Sampdoria estaba más cerca del gol hasta que, en una mal retroceso, la Roma dio el golpe. Mkhitaryan, como de costumbre, inició y finalizó la transición. Combinando con Abraham en su campo, abrió a un Pellegrini lanzado hacia arco rival y ya dentro del área, recogió un rebote para desestresar a su equipo (28′). Esto fue suficiente para la visita, que pudo aumentar su renta con Abraham y Mkhitaryan antes del descanso.

A lo que la Roma decida

Sin Sensi volviendo de camerinos, la Sampdoria se vio obligada a asumir iniciativa para beneficio de la Roma. Sin su principal organizador, conductor y hasta finalizador, los locales trastabillaban cada vez que pisaban líneas enemigas. Sea por su propia incapacidad para crear peligro o que su oponente armó por delante un muro infranqueable, nada estremecía el Luigi Ferraris. Algunas arrancadas de Candreva de afuera hacia pudieron incomodar a la ‘Loba’ de no ser por las malas decisiones del ex Lazio. Lo disfrutaba como niño un Mourinho que veía como sus pupilos de plantaban férreamente como aquellos viejos conjuntos suyos. Eso sí, tampoco se olvidaban de lastimas. Todo estaba en su mano al fin y al cabo.

Aprovechando los desesperados intentos de la ‘Samp’ por siquiera tener una buena chance, los capitalinos tuvieron libertad a campo abierto. Hubiera sido bueno que sus amenazas al espacio hubieran culminado de gran manera; sin embargo, igual no tenían porque tener miedo. Si los ‘blucerchiati’, que temblaban cada vez que Abraham limpiaba caminos para sus pares o Pellegrini iba indomable hasta su arco. De hecho, tras una contra bien hilada por el italiano y Mkhitaryan, el inglés casi cierra el partido. Lo hubiera pagado caro en otras condiciones si Smalling no desviaba con lo justo un misil de Quagliarella. Como fuese, al final la Roma volvió a ganar con categoría y continúa así consolidándose en lo alto.

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