Una remontada que es el reflejo de dos temporadas
El Oviedo dio la vuelta al marcador en un partido que mereció ganar un ya descendido Alcorcón
Partido loco en Santo Domingo, donde el Alcorcón se impuso al Oviedo de forma tan sorprendente como contundente. Viajaba a Madrid el conjunto ovetense con la convicción de lograr la victoria ante un equipo ya descendido.
No obstante, esta condición fue la que les permitió entrar al terreno de juego exentos de cualquier tipo de presión, hasta el punto de realizar un partido muy superior al de su rival. Así lo reflejó durante la primera media hora, donde tuvo mucha presencia en el campo del Oviedo.
Sorprendentemente, esta presencia la pusieron los laterales, que mostraron una profundidad muy superior a la esperada por los extremos. Trataron de desquitarse los visitantes en una llegada pudieron ver portería, aunque este tanto de Javi Mier lo anuló el linier por fuera de juego en el momento en el que su compañero botó la falta.
El gol, aunque no logró cambiar la dinámica del partido, al menos logró frenar el aluvión amarillo y tomarse así un ligero respiro, que se alargó durante los 15 minutos del descanso. En la segunda no dinámica no varió en absoluto, hasta el punto de que la persistencia tuvo su premio en forma de gol.
Este llegaría después de que a balón parado un defensor del Oviedo despejase mal hacia atrás y le permitiese a Óscar Rivas anotar el primer gol en un remate de escorzo.
El tanto tampoco logró que reaccionara el equipo del playoff, y el Alcorcón empezó a gustarse en su juego, logrando a encadenar una elevada cantidad de pases con una precisión pasmosa para el último clasificado.
Parecía el Oviedo abocado a marcharse de Santo Domingo con 0 nuevos puntos en el casillero, pero una entrada a destiempo de Zarfino dio la vuelta por completo al electrónico.
El primero de los tantos de la remontada lo anotó el brasileño Matheus, que con gran fortuna y medio cayéndose, batió a Rivero en el 82.
No iba a acabar ahí la épica del Oviedo y en el minuto 90 con el descuento recién empezado, un regate y un eslalon de libro de Joni Montiel dejaba a Borja Bastón en una gran posición para filtrar el balón hacia Hugo Rama para que este culminase una remontada tan épica como injusta para el Alcorcón.
