La fe donostiarra acerca al Sanse a la salvación a costa del Valladolid

Un partido que pudo contar como una final para los dos equipos. El Valladolid compitió y sudó para tratar de ganar a la Real Sociedad de Xabi Alonso, pero el fútbol a veces es caprichoso y le dio una alegría a un equipo que lleva sufriendo todo el año. La Real B ganó al Valladolid 1-2 y sigue soñando con la ansiada salvación, pues ya está a cuatro puntos de salir de la zona roja de la tabla.

Como no podía ser de otra manera, comenzó el choque con el Valladolid metido en el área rival, tratando de buscar un hueco que lo pudiesen convertir en ocasión de peligro. Y no tardaron los pucelanos en abrir corte con un disparo fortísimo de Toni Villa donde estuvo atento Zubiaurre para despejar el peligro a córner. El meta vasco tuvo más trabajo de lo esperado en los primeros 45 minutos de juego.

Aguantó el tipo la Real B en los primeros compases de choque, con igualdad en marcador, pero no ocasiones, pues el Valladolid siguió molestando a la portería rival. Probó fortuna Aguado desde la media luna del área, pero el chut salió muy desviado.

El Valladolid llevó la batuta del encuentro, pero no vio espacios en una Real que con el paso de los minutos fue saliendo tímidamente de su campo. A la media hora de choque, una jugada de Robert Navarro acabó en un pase de profundidad del canterano para Ander Martín, que no supo definir solo y desperdiciar una de las más clara para su equipo.

Antes de que finalizase la primera parte, los locales insistieron y dieron el susto en dos ocasiones. Primero, Zubiaurre falló al despejar un córner y le dio desafortunadamente el balón a Toni Villa, saliéndole rebotado el cuero para fortuna de los de Xabi Alonso. Dos minutos más tarde, Gonzalo Plata se encontró con Zubiaurre, que hizo una parada espléndida y evitó que el balón se encontrase con la escuadra.

Y, con mucho por decir aún en el encuentro estos dos equipos, David Gálvez señaló final de la primera parte. El dominio del Valladolid no se correspondió con el resultado cosechado hasta el momento, con falta de creatividad en el bando visitante y con frustración en el cuadro local por las ocasiones desaprovechadas.

Sorpresa en el José Zorrilla

El guion no parecía cambiar a priori y El Valladolid quiso seguir teniendo la iniciativa en el juego, teniendo el mismo resultado de la primera mitad. Con Toni Villa como uno de los mejores jugadores y más desequilibrantes del encuentro, comenzó la segunda con una jugada por la banda que no terminó Weissmann por escasos milímetros.

Sin embargo, poco a poco la fortuna le fue sonriendo al Sanse y dio un giro drástico en el choque. Después de un disparo sin suerte de Magunazelaia, Jeremy Blasco peinó un balón de Robert Navarro para que diese sin querer en el cuerpo de El YAmiq y acabase entrando en la portería de Masip, que tuvo poco trabajo hasta ese momento.

La respuesta del Valladolid fue instantánea, minutos después al gol, un balón colgado desde la banda derecha llegó a rematar en carrera Weissmann, pero el árbitro indicó fuera de juego en el inicio de la jugada.

Todo le salió al revés a los vallisoletanos, pues no solo dominaron sin éxito, sino que fueron perdiendo en el marcador y le complicaba ese resultado de cara a la clasificación. La guinda al pastel llegó en el 76’ de encuentro. Lobete encontró a Magunazelaia en el área solo, poniéndole un balón que no llegó a rematar, pero que Sola en el segundo palo sí lo hizo y fusiló sin que Masip pudiera hacer mucho. Un mazazo terrible que se tradujo en 0-2 y un sorpresón en el José Zorrilla, cosas del fútbol.

Pacheta lo vio claro a falta de diez minutos para terminar el partido: ir a por el empate como si no hubiera un mañana. Y eso hizo sui equipo. Iván Sánchez recibió un buen balón para acomodarse, perfilarse y ponerla en la escuadra imposible para Zubiaurre. Solo quedaron cinco minutos y la emoción estuvo servida.

Hubo partido hasta el final, pero también nervios. Cristo tuvo una clara dentro del área del meta visitante, pero el chut salió a las nubes. El Valladolid lo intentó de todas las maneras posibles, pero fue incapaz de tirar el muro vasco. Cumplido el tiempo reglamentario, el árbitro pitó el final de un partido trepidante con emoción hasta el final. El Sanse dio la sorpresa en Valladolid y se llevó los tres puntos frente al equipo de Pacheta, que se aleja de la zona de ascenso directo y se mete en un lío.