Stuani alarga la fiesta

Se esperaba un partido movido, y Borja García se encargó de cumplir las expectativas anotando un gran gol a los 49 segundos de encuentro, pateando una gran volea que se coló en la portería de Cantero. El equipo de Gaizka Garitano trató de ganar terreno, pero el Girona se mantuvo muy ordenado y no se vio demasiado inquietado por los vascos en toda la primera mitad.

El Eibar no quería una prórroga

La segunda parte comenzó con un pequeño arreón de los visitantes. En el minuto 50, Cantero salvaba a bocajarro un cabezazo de Arnau Martínez que a punto estuvo de dar el segundo a los catalanes. Garitano pedía tranquilidad a los suyos, pero los armeros no terminaban de encadenar varias posesiones largas que les diera esa pausa.

Poco a poco el equipo de Gaizka empezó a ganar metros. Aketxe tuvo una gran oportunidad en el minuto 63 que levantó a la grada de Ipurúa. El ecuador de la segunda parte llegó con un Eibar volcado, pero sin materializar este dominio en grandes ocasiones. Aun así, Míchel decidió que el partido necesitaba un giro radical, y en el minuto 73 dio entrada a su referente en la delantera, Cristhian Stuani. Garitano respondía dando entrada a Muñoz y Rahmani pocos minutos después en busca de ese gol que se le resistía a su equipo.

La entrada de Rahmani se hizo notar enseguida. De sus botas salió un centro lateral que cabeceó Blanco Leschuk y que a punto estuvo de poner el primero de los vascos en el marcador. Fueron los armeros los que más buscaron un gol que evitara la prórroga en este tramo final. La ocasión más clara llegó en el 87, cuando Expósito rebañó un balón dividido y lo envió a las botas de Stoichkov, estrellando este el esférico en el larguero de la portería de Juan Carlos. No pudo evitar el equipo armero la prórroga, y el partido se fue a una prórroga en la que al equipo de Garitano le valía el 0-1 que reflejaba el electrónico.

Cristhian Ricardo Stuani Curbelo

Hay futbolistas que parecen tocados con una varita mágica. Diseñados para lograr ascensos y decidir grandes partidos. Y contar con uno de ellos como es  Cristhian Stuani es una bendición para cualquier plantilla. Fue el uruguayo el que marcó al minuto de iniciarse la prórroga, con uno de sus clásicos testarazos que ya son leyenda en Girona. Tuvo que revisarlo Pulido Santana, pero finalmente se demostró que el ariete se encontraba en posición legal en el momento del remate. El Eibar empezó buscar con demasiada prisa la portería rival en busca de ese gol que les diera el pase, pero no consiguió llegar con claridad a las inmediaciones de Juan Carlos.

El Girona dio un paso atrás tras la pausa, e intentó que no ocurrieran demasiadas cosas en lo que restaba de encuentro. Pasaban los minutos y el Eibar veía cómo el regreso a Primera, que tan cerca parecía hace unas semanas, se alejaba paulatinamente. Le puso más corazón que cabeza el equipo vasco, que no pudo estrenar su casillero ante una férrea defensa gerundense. El colegiado revisó una jugada polémica en el área visitante al final del encuentro, pero finalmente el VAR no percibió ninguna infracción y el partido llegó a su fin.

Se despide inesperadamente la SD Eibar de su soñado regreso a la élite, que tendrá que esperar al menos una temporada más. El Girona, por su parte, se jugará el ascenso ante el CD Tenerife.