La Euroliga ha anunciado este miércoles de manera oficial el adiós de su máximo mandatario en sus 22 años de existencia, el español Jordi Bertomeu, y su relevo por un tándem formado por el ex jugador Dejan Bodiroga y el ejecutivo Marshall Glickman.
Bodiroga, que ganó tres títulos de Euroliga y numerosos premios individuales durante su carrera como jugador, ha sido nombrado presidente de la Euroliga y asumirá también el puesto de director. Glickman, un conocido ejecutivo del negocio deportivo, con pasado como presidente de los Portland Trail Blazers o en departamentos de la NBA, ejercerá como CEO de la Euroliga, director de sus compañías afiliadas y consultor especial de Euroleague Properties. Glickman es CEO de la empresa G2 Strategic’s, asesora de la Euroliga desde hace 20 años. El puesto de Glickman como CEO de la Euroliga es temporal, hasta que finalice el proceso de reclutamiento de uno definitivo que puso en marcha hace tiempo la máxima competición continental.
El legado que deja Bartomeu es muy importante, el ex-presidente fue uno de los fundadores de la Euroliga de Baloncesto en el año 2000 y la ha liderado desde entonces a lo largo de su continuo crecimiento. Bajo su dirección, la Euroliga se convirtió rápidamente en la competición de baloncesto más reconocida fuera de América del Norte, ganando gran repercusión mediática mundial tanto por la intensidad de la competición como por su papel en la formación de nuevos talentos. Bertomeu fue clave en la toma de las decisiones estructurales de la competición y los cambios en el reglamento propuestos por la entidad que han permitido una evolución tanto de la Euroliga como del baloncesto a nivel global (fuera de la NBA).
«Entramos en una nueva era de la Euroliga. Los últimos 20 años han visto a la principal competición de baloncesto establecerse como una potencia del deporte global. Me gustaría dar las gracias a Jordi Bertomeu por su visión y su duro trabajo», ha señalado Bodiroga. «Euroleague Basketball es como una familia para mí. Siempre he creído que la competición paneuropea de baloncesto tenía un enorme potencial y estoy encantado de ayudar a mis amigos de la oficina de la liga y a los mejores clubs de Europa en la transición hacia un nuevo liderazgo», ha dicho Glickman.
La nota oficial de la Euroliga no recoge palabras del CEO saliente, Jordi Bertomeu, forzado a abandonar su puesto al perder el apoyo de más de la mitad de los 11 clubs con derecho a voto. Han apostado por su adiós CSKA Moscú, Zalgiris, Maccabi Tel Aviv, Armani Milan, Olympiacos y Panathinaikos mientras que defendían su continuidad Real Madrid, Barça, Baskonia, Anadolu Efes y Fenerbahçe.
El enfoque de Glickman estará en el lado comercial, trabajando en estrecha colaboración con IMG para optimizar el valor de la liga y los activos comerciales colectivos de los clubes, expandir su base de fanáticos, integrar el baloncesto europeo en la cultura popular en todo el mundo y, en última instancia, expandirse en más mercados estratégicos para lograr una mayor difusión y repercusión. Bodiroga fue vicepresidente de la Federación Serbia de Baloncesto entre 2011 y 2015 y, posteriormente, como presidente de la Comisión de Competiciones de FIBA Europa, cuenta con excelentes relaciones con clubes de todo el continente y con la FIBA a raíz tanto de su etapa de directivo como de jugador.
@chemiliqui