Abracadabra, Ekain

El Ibiza mira de frente al Oviedo y lo noquea con un gol de penalti en la segunda mitad cuando mayor era el dominio ovetense

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Durante 20 minutos, el Ibiza pareció ser el local en el Carlos Tartiere. Corría, jugaba, se divertía, se regozaba. Se sentía como en casa, o quizás incluso mejor. Pero el Oviedo es mucho Oviedo. Resistió el asedio de la primera mitad y ya en la reanudación salió a buscar el nocaut. No quería dejar la decisión a los jueces ni repartirse los puntos. Borja Sánchez, Borja Bastón, Sergi Enrich, Obeng… No se puede decir que no lo intentara, pero el Ibiza continuaba en pie. Aguantó todos los golpes, todos los envites de sangre azul, y cuando menos se lo esperaba su oponente, sacó su as bajo la manga. Un eslalon gigantesco de Ekain, que se permitió sentar a Dani Calvo, terminó con un penalti que el mismo mago vasco se encargó de transformar. Abracadabra, Ekain.

Real Oviedo 0 1 UD Ibiza

Levantando cejas

Cuando se anunció que Jon Pérez Bolo había decidido dejar a Koba en el banquillo, el Carlos Tartiere al unísono imitó al actor y exluchador Dwayne ‘The Rock’ Johnson. No quedó una sola ceja sin levantar en Asturias. El jugador cedido por el Valencia estaba siendo una de las anclas para un Oviedo que se había mostrado imbatible desde esa ya lejana primera jornada. No quedó otra opción para los carbayones que confiar en Jimmy. Dolió cuando un error del centrocampista provocó el primer saque de esquina del partido, favorable a los visitantes, segundos después del saque inicial que había sido de color azul.

El ninja Herrera y el susto de Bastón 

Solo fue un susto. Corría el minuto tres cuando una recuperación de Montoro derivó en un centro desde el vértice del área de Borja Sánchez que Borja Bastón remató desviado. Unas turbulencias de última hora impidieron al ariete cabecear con comodidad, mas la aeronave ya empezaba a carburar. Lo que los azulones no esperaban es que fuera pilotada por Javier Baraja.

Con un Sergio Castel caído en combate antes de empezar el primer asalto, Cristian Herrera estaba omnipresente. Si fuese un Pokémon, habría usado Doble Equipo. Si fuese un personaje de Naruto, estaría empleando una técnica jutsu para crear clones. Estaba en la banda derecha, en la izquierda, en la punta y como enganche; defendía y atacaba; chutaba y centraba. Él botó una falta que Martín Pascual atrapó usando su talón como si fuera el aguijón de un escorpión, aunque el esférico siguió su desviado rumbo y no aterrizó entre los tres palos.

La posesión era ovetense, pero el Ibiza era don peligro. Cada vez que Herrera tocaban el cuero, Lucas empezaba a tener sudores fríos: el número ‘7’ ya lo había sentado con un par de recortes al puro estilo de Ronaldinho. Y cuando no era Herrera, Ekain, Appin y Azeez no se cansaban de correr y correr. Les daba igual si debían ser velocistas o fondistas, que cuando empezaban la carrera, nadie era capaz de detenerlos. Excepto Rodri Tarín, quizás. Fue en medio este tsunami naranja que el Carlos Tartiere a punto estuvo de cantar gol. Fran Grima erró al despejar un saque de banda, lo que hizo que la pelota cayera a los pies de Borja Bastón. Su disparo de primeras lamió el bastón. Las olas del maremoto balear se rompieron. Baraja sabía que sus pupilos debían ser más cautos. Un vaso de agua no podría apagar un juego.

El Oviedo perdona

En el muay thai, los dos últimos asaltos son claves para determinar el ganador de la contienda. El resto de períodos puntúan, pero es igual de importante aguantar el desgaste físico que terminar sintiéndose vencedor. En el balompié, tan solo hay dos rounds y de no conseguir el nocaut, el resultado final es de tablas. No hay decisión de los jueces. Era el momento del todo o nada y Bolo así lo sentía.

Borja Sánchez lleva el dorsal ’10’ en la espalda. Es un dígito reservado para los futbolistas especiales, mágicos. Como él. Suyo fue el primer remate de la reanudación; suyo fue el centro mediante el cual Enrich perdonó el 1-0 con un testarazo directo a las manos de Fuzato. El destino determinó que disponer de un jugador de este calibre era ilícito y lo castigó con unas molestias físicas por las que tuvo que pedir el cambio. Dolido, siguió contribuyendo en la distribución del balón y enloqueció a la defensa balear.

Aún con Borja Sánchez en el campo, el Oviedo no pudo aprovechar dos ocasiones muy claras. Enrich envió alta una volea tras una asistencia sensacional de Borja Bastón, y luego fue el capitán azulón el que regaló el cuero a la grada al imprimir demasiada fuerza con su frente. Los ovetenses salieron del túnel de vestuarios hambrientos y dispuestos a buscar el KO. Tras soportar un cuarto de hora de asedio, el Ibiza recapacitó.

Golpe sobre la mesa

Primero fue Cristian Herrera, que se quedó solo ante Tomeu Nadal gracias a un pase filtrado de Appin, pero no llegó a rematar ante la rapidez de reflejos del cancerbero. Luego, Morante se sumó a la fiesta con un disparo mordido, pero el golpe sobre la mesa lo protagonizó Ekain. El ’10’ vasco levantó al público de sus asientos con un eslalon desde el centro del campo. Rompió los tobillos de Dani Calvo en los aledaños del área pequeña y cedió la redonda hacia atrás, donde aguardaba Escobar. Su chut impactó en las manos de Rodri Tarín. Era penalti. Ekain había empezado la jugada y la quería terminar. Engañó por completo a Tomeu Nadal, que nada pudo hacer para evitar el 0-1.

Baraja había visto suficiente. Con sus cambios, dio órdenes de reforzar la línea defensiva. El resultado era inmejorable y no podía correr riesgos. El tiempo iba en contra del Oviedo, que, ya sin Borja Sánchez, cada vez se precipitaba más en la toma de decisiones. Obeng cruzó demasiado un cabezazo en el minuto 85 y en los últimos suspiros del tiempo reglamentario, envió el cuero al larguero. Tras cuatro partidos que hicieron soñar, los azulones vuelven a sumergirse en las agrias aguas de la derrota. Por su parte, el Ibiza parece haber encontrado ya el rumbo y avanza como un transatlántico. Las dos victorias consecutivas le permiten salir del farolillo rojo. El horizonte es su destino.

Ficha técnica
Real Oviedo: Tomeu Nadal; Lucas (Pomares, min. 75), Rodri Tarín, Dani Calvo, Aceves (Miguelón, min. 63); Sangalli (Obeng, min. 75), Montoro, Jimmy (Koba, min. 46), Borja Sánchez (Marcelo Flores, min. 63); Sergi Enrich y Borja Bastón.
UD Ibiza: Fuzato; Fran Grima (Gálvez, min. 79), Martín Pascual, Juan Ibiza, Escobar; Iván Morante, Appin (Suleiman, min. 92); Miki Villar (Javi Vázquez, min. 74), Ekain, Miguel Azeez (Coke, min. 79); Cristian Herrera (Goldar, min. 92).
Goles: 0-1, min. 67: Ekain (p.).
Árbitro: Francisco José Hernández Maeso (Comité extremeño). Amonestó a Borja Sánchez (min. 25), Jimmy (min. 29), Rodri Tarín (min. 65) y Obeng (min. 78) por parte del Oviedo y a Juan Ibiza (min. 37 y min. 90), Appin (min. 78), Iván Morante (min. 84) y Coke (min. 93) por el Ibiza. Expulsó por doble amonestación a Juan Ibiza (min. 90).

VAR: Saúl Ais Reig (Comité valenciano)

Incidencias: Partido correspondiente a la sexta jornada de LaLiga SmartBank, disputado en el Estadio Carlos Tartiere, Oviedo.
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