Sexto capítulo del libro de LaLiga Smartbank para el Racing de Santander y la U.D. Las Palmas. Dos equipos en dinámicas diferentes se enfrentaban en los Campos de Sport de El Sardinero. Por un lado los cántabros abrieron su casillero de goles y puntos tras lograr la victoria en El Molinón ante el Sporting. Por otro, el conjunto canario no conocía la derrota y dominaba la clasificación de la categoría de plata con 3 victorias y 2 empates.
El partido empezó con ritmo y con ocasiones para ambos. Óscar Clemente intentó el primer disparo, pero sería el Racing quien tendría las dos primeras claras del partido. Sekou Gassama remataría al larguero y poco después Álvaro Valles le negaría el gol a Mboula con una gran parada. No lograba el cuadro grancanario hacer limpia la salida de balón desde su defensa de tres por la alta presión del Racing, que defendía arriba y creaba peligro cuando podía transitar aunque sin acierto arriba. No obstante eso no atemorizaba a los de García Pimienta que insistían y lograban también llegar a área contraria. Lemos tendría una de cabeza, desviado.
La acción clave del partido llegaría a cinco del descanso. Pombo hace una entrada muy fuerte y el VAR corrigió la decisión de Ávalos Barrera de solo mostrar amarilla para expulsar al aragonés. Lo que estaba siendo un planteamiento bueno y efectivo de los racinguistas se complicaba ahora al tener que afrontar casi una hora de encuentro con uno menos ante uno de los equipos con más calidad de la categoría. Hasta el descanso lo hizo sin pasar apuros, pero García Pimienta movió piezas. Cambió el esquema en el descanso para buscar mucha más posesión y velocidad, pues se preveía que el Racing ahora iría varios metros hacia atrás.
No se equivocó el catalán. El Racing juntó mucho más las líneas y dificultó a pesar de la inferioridad la circulación de balón. No encontraban situaciones claras de gol los canarios más allá de un disparo de Lemos y una buena ocasión del recién internado Moleiro. Pero fue un espejismo. Porque al margen de un disparo de Moleiro al palo, la UD Las Palmas no lograba crear ocasiones ante un Racing que, a pesar de estar muy atrás, se defendía con acierto y sin necesitar de intervenciones de Parera.
García Pimienta quemó las naves buscando más chispa por fuera con Pejiño que al poco de salir tuvo una clara oportunidad. Tras un primer intento de disparo que bloqueó la defensa, el andaluz probó por segunda vez, pero se le fue ligeramente alto. Pero ese empuje que podía esperarse de los visitantes en el tramo final nunca llegó. Solo Jonathan Viera con un disparo lejano, que se fue por poco, creó peligro ante la portería de un Parera y una defensa racinguista que mantuvo el orden y la calma para no pasar ningún tipo de apuro y dejar un punto que, vistas las circunstancias, sabe muy bien. Todo lo contrario para los visitantes que, aunque siguen invictos, se van con la sensación de dejarse dos puntos.