Empate en el Sánchez Pizjuan en un duelo muy disputado en el que hubo un tiempo para cada equipo. Los sevillistas comenzaron mejor y se adelantaron por mediación de Oliver Torres. El Athletic tras el paso por vestuarios se repuso. Fruto del domino ejercido y gracias a un golazo de Mikel Vesga, rescataron un punto muy merecido en el estreno de Jorge Sampaoli en el banquillo del Sevilla.
Los locales quisieron y pudieron agradar
El nuevo Sevilla de Jorge Sampaoli no tardó en dejarse ver en el Pizjuan. Su salida fue meteórica y Oliver Torres a las primeras de cambio puso en franquicia a los suyos. El centrocampista de los andaluces, entrando desde la segunda línea recogió un envío de Dolberg que alojó en la portería defendida por Unai Simón. Despiste de la defensa local, que fue sorprendida en un saque de banda bien ejecutado. Montiel ganó la línea de fondo y mandó un caramelo al corazón del área que finalizó en gol.
Los locales pusieron la intensidad necesaria para meter a su parroquia en el partido. El Athletic Club ,no encontraba su sitio ni soluciones para zafarse del dominio sevillista. Los planes de Ernesto Valverde no podían ser plasmados sobre el campo. La líneas estaban muy separadas y los vizcaínos no estaban cómodos ante la presión insistente de los hispalenses.
La zaga de los de Sampaoli se mostró más contundente y solida que en citas anteriores y tan solo Nico Williams y Berenguer fueron capaces de inquietar a Marko Dmitrovic. Montiel, el Papu Gómez e Isco firmaron las acciones más destacadas del primer acto. Al Athletic le costó demasiado encontrar caminos hacia el área contraria.
El primer acto fue una declaración de intenciones de lo que quiere el técnico recién llegado al Sánchez Pizjuan. El Athletic no dio señales de vida, ni pistas sobre el equipo que estaba siendo unas de las revelaciones del inicio de temporada. Así ambos conjuntos se fueron a los vestuarios con sensaciones muy diferentes.
El Athletic quiso cambiar la inercia del choque
Tras la reanudación los del txingurri Valverde, salieron ya advertidos de los que se iban a encontrar y en esta ocasión ya no se vieron sorprendidos, sino que comenzaron a imponer su dominio. El control era foráneo pero las ocasiones no eran muy lustrosas y se quedaban casi todas en acercamientos.
Buenos minutos de los leones que explotaron con acierto la velocidad de los Williams. Pero no acertaron a aprovechar su momento. Los técnicos movieron sus fichas y una vez asentados en el campo, el choque entró en una fase de correcalles sin dominador ni pronostico claro.
Los porteros trabajaban sin descanso, exhibiéndose sobre todo en las acciones a balón parado. El Athletic mejor posicionado aprovechó una concesión de la zaga local para subir las tablas a marcador. Despeje al centro de Gudelj, que recogió Mikel Vesga desde la frontal para lanzar un zambombazo con la zurda que se coló de manera inapeable en la portería de Dmitrovic.
Gancho certero de los bilbaínos al mentón sevillista, que llevaban el duelo a su terreno con veinte minutos para intentar la remontada. La banda derecha de los de Valverde funcionaba con fluidez y Nico Williams traía en jaque a unos defensores hispalenses que sufrían un atosigamiento constante.
Marko Dmitrovic se erigía en el último bastión para frenar la determinación de los leones por lograr algún tanto más. Las ocasiones eran todas foráneas. Iñaki Williams tuvo una clarísima en la recta final. Cabezazo de ariete ghanés, que se fue rozando el larguero. El Sevilla se revolvió en los minutos finales que tuvo una falta frontal y un córner para dejar los tres puntos en casa.
Imágenes: @AthleticClub