El Atlético se encontraba ante un partido trascendental para seguir confiando en su continuidad en la Champions League. Pero en frente de los de Simeone se encontraba el Brujas, equipo que ha contado sus tres jornadas de competición europea por victorias, incluyendo la última jornada en la que apeó al Atlético en la ciudad belga.
El partido fue de un dominio claro de los rojiblancos, que consiguieron llevar las riendas del partido, aunque es cierto que el equipo comandado con Ferran Jutglá dispuso de un par de contraataques en los que pudo crear mucho peligro a los madrileños, que siguen demostrando unas carencias defensivas dolorosas en un equipo que se presupone que pelea por todos los títulos y que, presuntamente, tiene la mejor plantilla de su historia.
Uno de los grandes sustos que iban a provocar los belgas será el penalti provocado por Nahuel Molina, que no termina de convencer, y que sería anulado por falta previa justo antes del lance. Makkelie, el colegiado del encuentro, tuvo que ir al VAR para confirmar que no debía cobrar la pena máxima.
La segunda parte seguiría, si cabe, el mismo guion que la primera, pero dando la sensación de que el campo estaba aun más inclinado todavía en favor de los de Simeone. Un constante devenir de ocasiones por parte de Morata, Cunha y un Correa que vería cómo le anulaban un gol por fuera de juego, al igual que a Saúl en la primera parte.
El nerviosismo se palpaba en el ambiente, ya que la victoria se consideraba vital para despejar dudas y asentarse en la segunda plaza esperando el devenir del Leverkusen-Porto que se juega a las 21.00. Si ya de por sí el partido estaba dominado por los de Simeone, la absurda expulsión de Sowah provocó que la victoria se viera como una obligación, aunque Mignolet y la rigurosa defensa belga impidió que el tanto llegara.
Este empate a 0 deja a los de Simeone segundos de grupo con cuatro puntos a expensas de lo que suceda en el Leverkusen-Porto mencionado anteriormente. El Brujas, por su parte, continúa primero de grupo y asegura, de manera casi definitiva y merecida, la primera plaza. El próximo destino europeo del Atlético será en casa contra el Leverkusen.