Tenía que ocurrir en el derbi. El karma, el maldito karma, hacía presagiar que algo iba a pasar con el récord de imbatibilidad del Burgos y de José Antonio Caro en este partido. Obviamente el partido fue de lo más dulce, con la victoria gracias al gol de Mourad en el minuto 102 de partido. Pero a nadie se le escapa de que el protagonismo del partido se lo queda que el Burgos ya no es un equipo imbatido.
Han sido 990 minutos los que el Burgos (de cara a estadísticas no se cuentan los tiempos añadidos en los partidos) ha durado con su portería invicta hasta el gol de Marcos Paulo. Una marca, en un arranque liguero que nadie había logrado y que seguramente alguien tardará en superar. Pero el otro, el que tenía como protagonista solo a José Antonio Caro, se quedó en 928. Justo hasta el momento en que vio la tarjeta roja por evitar con una mano fuera del área lo que era un gol cantado del CD Mirandés.
Nadie ocultaba que, aunque estaba lejos, muchos ojos estaban puestos en si Caro iba a aguantar para batir el récord histórico de Abel Resino. El histórico portero toledano del Atlético de Madrid estuvo 1.275 minutos imbatido en la campaña 1990/1991. Caro se ha quedado finalmente lejos de esa marca que era (y es) una auténtica barbaridad; a 347 minutos. De forma que ese récord, vigente hace 31 años, aún perdurará.
No obstante, el récord que Caro si puede lucir con orgullo es el de estar esos 928 minutos desde el inicio de temporada sin encajar. Así como el del propio equipo burgalés, donde ningún otro portero en su historia se acerca. Parafraseando a aquel, «a ver quien es el guapo» que le quita a Churripi uno de éstos dos en el futuro.