El EuroBetis presenta credenciales antes de un sorteo de infarto

Partido para que el Betis cerrase una Europa League sobresaliente, donde su fondo de armario había respondido con creces a las exigencias de un grupo en el que habían logrado doblegar a la Roma.

Pese a no jugarse nada más allá que el prestigio económico y el “plus” económico en caso de lograr una nueva victoria, los de Pellegrini saltaron al césped con un once bastante reconocible.

No tardó el Betis en empezar a asociarse con acierto para que el show de Ruibal pudiese tener lugar. Su primer intento sería taponado por la defensa del conjunto finlandés, y a este le seguirían los intentos de Luis Henrique y Víctor Ruíz, ambos también sin fortuna.

Los fallos del Betis parecían alentar al Helsinki, que cuando mejor parecía estar en el partido recibieron el castigo del gol.

Gol no, golazo para enmarcar del ex del Leganés y actual extremo del Betis, Aitor Ruibal. Tras controlar en la banda se perfiló para el disparo, no sin antes ejecutar un precioso caño, y terminar pegándole duro para que el balón entrase pegado al poste más cercano.

La única réplica que pudo lanzar el Helsinki en la primera mitad vino de la mano de Abubakar en un disparo lejano y sin peligro que pudo blocar fácilmente Rui Silva.

Se acercaba el descanso y parecía todo dicho por ambos equipos, pero no por Ruibal, que convirtió un centro pues con música desde la banda derecha en un remate a quemarropa que le pasó por debajo de las piernas al portero rival.

La segunda parte, pese a que estuvo a punto de no contar con ningún gol en su transcurso, fue incluso más entretenida que la primera pues el Helsinki bajo los brazos del todo mientras que el Betis comenzó a divertirse con el balón en su posesión y con la frescura de los cambios.

Precisamente dos de estos sustitutos fueron Borja Iglesias y Fekir, autores del último gol cuando tras una rápida contra sentenciaron el partido a portería vacía. Para redondear, el paso en profundidad lo sirvió Canales, también introducido en la segunda mitad. Minutos justos para los habituales titulares, que pretenden mantenerse en lo más alto de la clasificación.

De esta forma el Betis le ponía el lazo a una fase de grupos de la Europa League que ha sido sobresaliente, pero que de poco servirá para afrontar unos dieciseisavos plagados de grandes equipos, la mayoría de ellos caídos de la Champions. No hay nada más peligroso que un león herido.