Un gran Villarreal deja tocado al Real Madrid

El equipo de Ancelotti no acabará líder la jornada, tras perder 2-1 en el estadio de la Cerámica. El Villarreal se puso en manos de Gerard Moreno y lo mereció. Y el arbitraje repartió injusticia. Soto Grado pitó un penalti por bando por dos manos inocentes que acabaron sentenciadas por esa tortura al reglamento que han acabado aplicando las sucesivas jornadas. Ya nadie sabe nada.

Hay un Madrid de alerta máxima, para partidos de gran importancia, que comienza con Fede Valverde como cuarto centrocampista. En Villarreal descubrimos que, además, tiene varios refuerzos: Militao, el mejor defensor del equipo, como lateral derecho si falta Dani  Carvajal. Fue el once blanco, sin un solo jugador español, una muestra de enorme respeto al Villarreal apenas tres horas después de conocerse que el encuentro se repetirá en la Copa del Rey. Setién, en cambio, no varió su 4-3-3 más Álex Baena, una versión extendida del fútbol expansivo que finaliza, con un tridente de lujo: Chukwueze, Gerard Moreno y Yeremi Pino. 

El Villarreal salió enchufado y con un gran entusiasmo y Rüdiger, con una empanada brutal. Tres errores en dos minutos cometió el alemán, derrumbado ante esa primera presión del Submarino, que salió a sentenciar. Álex Baena y Parejo no supieron aprovecharlo. Coquelin, de tacón, estuvo más cerca. El palo le privó del gol de la jornada.

Aquellas ocasiones iniciales abrieron paso luego a un duelo desatado, muy abierto. Lo propuso el Villarreal, que se llevó su línea defensiva al centro del campo, y lo aceptó el Madrid, que aplicó una presión altísima discontinua. Lo mejor de los momentos críticos del Madrid fue un pase con el exterior y con caño de Modric al brasileño. 

El gran Albiol

El partido era un festival, con jugadas constantes de un área y otra, aunque más fatigoso para Courtois que para Reina. A Benzema se le fue alto un remate franco, Militao se durmió mientras encaraba a Reina, Courtois le ganó una mano casi perdida a Yeremi Pino, Álex Baena lo probó desde fuera dos veces… Casi todo lo que producía el Villarreal tenía el visto bueno de Gerard Moreno. 

El Madrid defendía mal, con poca organización atrás y ninguna presión sobre el equipo rival, lo que permitía al equipo local filtrar pases por tierra, mar y aire. Albiol dejó en nada un uno contra dos frente a Benzema y Vinicius. El brasileño se daba de bruces con Foyth, que parece conocer toda su estrategia. Con todo, una dejada de Benzema puso a Vinicius ante Reina, que no se dejó vencer por el remate cruzado. Después de lo visto, resultó milagroso que al descanso el partido se fuera a cero. El marcador no reflejaba el excelente partido.

Tiempo muerto 

El Madrid volvió del descanso tan descuidado en defensa como se marchó. Esta vez fue Mendy quien cometió el error en un pase sin presión que acabó en Gerard Moreno, quien abrió a Yeremy Pino. El remate del canario lo desvió Courtois, pero Mendy acabó empujando con el hombro el balón a la red, sentenciando a su equipo con el gol. 

El gol espabiló al Madrid, que empató pronto en uno de esos penaltis de microscopio. Vinicius corrió a por un balón picado por Tchouameni, Foyth extendió el brazo para intentar obstaculizar al brasileño y sobre él, desafortunadamente, cayó la pelota. Penalti de VAR y gol de Benzema. Y tres minutos después, se repetía la situación. Alaba se escurre y el brazo con el que intenta incorporarse recibe el impacto de un disparo amarillo a un palmo del suelo. Penalti de Sotro Grado y gol de Gerard Moreno. Dos penas máximas contra dos manos claramente involuntarias. 

Tiró entonces Ancelotti del freno de emergencia. Lucas Vázquez por Mendy, para que corrieran los turnos de la defensa; Rodrygo por Tchoumeni buscando una de esas apariciones casi milagrosas del brasileño, y Camavinga por Modric.

Superado el tiempo reglamentario, el Madrid se echó encima de Vinicius, al que el Villarreal paró de cualquier forma. En pleno ataque blanco, a Rodrygo se le fue un gol a puerta vacía en un envío de Valverde. El Villarreal parecía exhausto, especialmente tras la lesión de Pedraza, que dejó con diez al Submarino, y el Madrid, con Rüdiger de nueve y Courtois para cabecear un córner, se quedó sin tiempo. Ahora el Real Madrid deberá reflexionar y mejorar por qué hoy su defensa ha caído en picado.