El Athletic ya espera rival en cuartos de final de una Copa que se presenta apasionante. Es un torneo que le viene como anillo al dedo. Los leones ya van a por la cuarta semifinal consecutiva en el torneo, cuyo rival conocerán el viernes sobre las 13 horas. Un gol de De Marcos, en el habitual despliegue en ataque del motor de Laguardia, bastó para batir a un RCD Espanyol que quedó minimizado ante el ejercicio de solidez futbolística.
Fue una jugada preciosa, un chispazo que valió el pase. Llegó en el minuto 26, cuando Zarraga conectó con Sancet y el navarro, con un taconazo de exposición, plantó a De Marcos ante el meta Joan García. Le batió por bajo para regocijo de los 37.564 espectadores, una cifra que demuestra el hambre que tiene este Club por el torneo. El temporal echaba para atrás, pero ni eso arredra a nuestra gran afición, que el domingo, ante el Real Madrid, reventará San Mamés.
Tras los primeros intentos de Berenguer y Zarraga, muy activos, llegó el Espanyol prácticamente por única vez al área de Julen Agirrezabala en el minuto 23, para marcar un gol en claro fuera de juego de Joselu. El Athletic, en una descomunal actuación defensiva tanto de presión como de colocación, no le concedió una más.
Tuvo un par de veces la sentencia Oihan Sancet en sendas voleas que fueron a las manos del portero. El Athletic no llegaba claro, pero mantenía el pulso del choque, sin fisuras. Raúl García también apuró al meta visitante en una acción y el partido se fue muriendo lentamente, para gozo de San Mamés.