Por segunda semana consecutiva, el fútbol vuelve de domingo por la tarde a Miramar. Lo hará ahora para comenzar la segunda vuelta con la visita al campo gozoniego del colista de la categoría; el Burgos Promesas. Los burgaleses, prácticamente desahuciados en el fondo de la tabla con 12 derrotas en los 17 partidos de la primera vuelta, serán el rival frente al que el Marino comenzará la segunda vuelta. Los marinistas buscarán su primer triunfo en 2023 tras la derrota frente al Vetusta y el empate frente al Compostela, para volver a abrir brecha con la zona baja, que ahora la tiene solo a un punto.
Un rival frente al que el Marino sabe que no puede fallar. El filial burgalés solo suma 9 puntos, estando a 13 puntos, más de cuatro partidos de distancia, de la zona de permanencia. Un pinchazo frente a los castellanos les complicaría más su situación tras, además, haber afrontado dos encuentros seguidos como local. Pero para los de Alex Albistegui no cabe otra. La permanencia pasa por hacer una segunda vuelta de números de ascenso. Y para ello, más en los campos de equipos llamados a ser rivales directos, no vale otra cosa que ganar.
El colegiado del encuentro será el bilbaíno de 25 años, Ilbón Urízar Díaz. Adscrito al comité vasco, se estrena esta campaña en Segunda RFEF. Nunca antes ha dirigido a ambos conjuntos y será su encuentro número siete en la categoría. En los seis anteriores, se registró una victoria local, dos empates y dos triunfos de los equipos visitantes.
Un mercado difícil para el Marino
El Marino, como decíamos, viene de empatar la semana pasada de sumar un punto frente al Compos. Un partido donde cada equipo dominó un periodo, sin lograr imponerse sobre el otro. Fue el partido de despedida de Ben Hamed. El mediocentro camerunés, pieza clave para el cuadro marinista, ha fichado por el Mérida de Primera RFEF y su baja se acusará. El cuadro luanquín ha firmado para reemplazarle al azerí Nazim. También el cuadro burgalés, que viene de que le empatasen en los últimos minutos en Santander, tendrá bajas, pues siguen lesionados varios jugadores, entre ellos, el portero Jona Morilla.
Otro condicionante que apunta a ser importante para este partido será la meteorología. Las intensas lluvias caídas toda la semana en Asturias han afectado al césped y además seguirá lloviendo antes del encuentro y con previsión de que lo haga en la disputa del mismo. El estado del terreno de juego no es nada probable que ayude a los equipos, sino que se espera un partido tosco y de mucha disputa. Algo que, cuestionado Manel Menéndez, dijo que «no comparto pueda beneficiarnos. Un mal campo perjudica a todos».