El Madrid saca petóleo del campo de minas de San Mamés
Los goles de Benzema y Kroos y las intervenciones de Courtois permiten al Madrid llevarse los tres puntos del feudo del Athletic
La decimoctava jornada de La Liga Santander cerraba la tarde del domingo con uno de los grandes clásicos del fútbol español, en un partido en el que el Real Madrid visitaba el nuevo Estadio de San Mamés, para hacer frente a un Athletic Club, en busca de mantener la distancia con el Barça tras el tropiezo de la última jornada en el Estadio de la Cerámica. Los locales, por su parte, también buscaba resarcirse tras el mal sabor de boca que supuso la derrota cosechada en la última jornada en el derbi vasco frente a la Real Sociedad.
Una genialidad de Benzema desequilibra la balanza
Y como suele ser habitual en los encuentros entre estos dos colosos, ambos conjuntos brindaron un partido vibrante desde el pitido inicial. Los de Ernesto Valverde apostaron por una presión altísima en los primeros compases del juego para sofocar la salida de la pelota del Real Madrid. No obstante, los visitantes no sucumbieron a la presión y lograron hacer circular el esférico a pesar de la presión del conjunto vasco.
Tal fue así, que la primera clara del partido se la apuntó el conjunto blanco. En el minuto cinco, tras una jugada coral, Mendy se internó por el costado izquierdo, poniendo un balón atrás que llegó a los pies de Karim Benzema. No obstante, el Balón de Oro no acertó a colocarla entre los tres palos, y su golpeo con la zurda se marchó por encima del larguero.
No tardó el conjunto bilbaíno en lanzar su réplica. Y lo hizo tirando de pizarra, con una jugada a balón parado. Y es que, tras un córner que los locales botaron de manera indirecta, Paredes acertó a lanzar un feroz testarazo, que obligó a Thibaut Courtois a realizar una de sus habituales estiradas para evitar que el primer tanto subiese al marcador.
La presión alta del conjunto vasco comenzaba a causar estragos en la salida de balón de los de Carlo Ancelotti, que cada vez se encontraban con más problemas al hacer circular el cuero. Una presión que se traducía en llegadas cada vez más claras del Athletic. La siguiente clara se la apuntó Nico Williams, tras una gran jugada individual, que terminó con un golpeo lejano que se marchó cerca del palo derecho de Courtois.
El ritmo continuó siendo frenético por parte de los locales, aunque poco a poco el Real Madrid logró igualar las fuerzas. Y recién alcanzado el ecuador de la primera mitad, serían los blancos quienes golpearían primero. Un centro lateral de Valverde se fue algo pasado, y Asensio no logró rematar a puerta. Sin embargo, el toque con la cabeza del balear dejó la pelota en el área, cerca de Karim Benzema. Y el francés no perdonó, con un precioso gesto de volea a la media vuelta, colocó la pelota en el fondo de las mallas. Un gol con el que, además, el galo igualó a Raúl González como segundo máximo goleador de la historia del Real Madrid.
Un gol que tuvo un efecto inmediato no solo en el marcador, sino también en el juego. Y es que el tanto no solo supuso un soplo de moral para los blancos, sino que también deshizo por completo el planteamiento de Ernesto Valverde. Tras el tanto, el Madrid tomó el dominio completo del encuentro, monopolizando la pelota y evitando que los locales pudieran mantener la posesión en ningún momento.
Pasaban los minutos y el Athletic trataba de reinstaurar la alta presión ejercida en los primeros compases del encuentro, pero ahora no lograban poner en apuros a los blancos, que salían de esta presión de una forma muy eficaz. Un encuentro que siguió ese mismo guion con el paso de los minutos, con un dominio total de los blancos que, sin embargo, no se traducía en una sensación de peligro constante. Y con ese panorama, el la primera parte llegó a su fin.
El Madrid se abona al sufrimiento en la segunda mitad
La segunda mitad arrancó con el guion esperado: un Athletic que salió al verde con mucha intensidad en busca del empate, mientras que el conjunto blanco, sabedor de la ventaja, jugaba con la calma que la brindaba el resultado. Y a diferencia de lo visto en la primera mitad, los primeros compases de la segunda dieron lugar a un control del cuero mucho mayor por parte de los rojiblancos.
Sin embargo, nuevamente, sería el Real Madrid el primero en meter el miedo en el cuerpo al conjunto local. Y es que tras una jugada en la que hubo varios rebotes en el área local, la pelota le quedó muerta en los pies a Nacho, cuyo primer golpeo fue rechazado por un defensor, pero en la siguiente oportunidad obligó a Unai Simón a realizar una gran intervención para evitar que el conjunto blanco se pusiese dos goles por encima en el marcador.
Inmediatamente después, el canterano blanco volvió a ser protagonista, pero en el área contraria. Y es que Nacho fue el encargado de detener una internada de Berenguer que amenazaba con ser realmente peligrosa para el área de Courtois. Sin embargo, el paso de los minutos hizo que se diluyese el dominio del conjunto vasco, con un Real Madrid que poco a poco se fue apreciando de la pelota.
Y en un vertiginoso contragolpe, a punto estuvo el conjunto blanco de ampliar su ventaja. Comandado, como suele ser habitual, por Karim Benzema, el contragolpe llevó el esférico a las botas de Asensio, que encaró totalmente solo a Unai Simón. Sin embargo, el golpeo del balear se marchó rozando el poste. A pesar de todo, el Athletic no había dicho, ni mucho menos, su última palabra, e inmediatamente después fue Nico Williams el que estuvo a punto de poner las tablas en el marcador, pero su golpeo fue defectuoso y ni siquiera cogió puerta.
Los de Valverde se desfondaban para intentar poner las tablas en el marcador. Y de hecho, fue Iñaki Williams quien logró batir a Courtois tras un paradón del meta belga en una jugada en la que hubo un rebote de por medio. Sin embargo, el tanto no subiría al marcador, ya que la pelota tocó antes en la rodilla de Guruzeta, quien se encontraba en posición de fuera de juego.
A diez minutos del final, empujaba San Mamés, el conjunto vasco notó el aliento de su público, que comenzó a encerrar en su área al Real Madrid, con un gran peligro en cada acercamiento al área merengue. Pasaban los minutos, y el empuje de San Mamés no lograba el efecto deseado por los locales. Además, la entrada de Kroos y Modric al terreno de juego brindó un mayor control del cuero a los blancos.
Ya con el conjunto vasco volcado en busca del empate, ya cumplidos los 90 minutos, fue el Real Madrid quien sentenció el partido al contragolpe. Rodrygo se puso el traje del más listo de clase, robando un cuero en campo contrario. Habilitó a Valverde en el perfil derecho, y, con un pase certero a Kroos, el alemán utilizó su característico golpeo para superar a Unai Simón y poner el segundo y definitivo. Juego, set y partido para un Madrid que supo sufrir, pero que, finalmente, sacó petróleo de un campo de minas.
