El Badajoz quiere hacerse fuerte en casa, frente a un Rayo que viene eléctrico
CD Badajoz - CF Rayo Majadahonda | Domingo, a las 18:00h | Vigésimo segunda jornada de la Primera Federación | Estadio Cívitas Nuevo Vivero, Badajoz | Árbitro Manrique Antequera | Un Badajoz que ya encadena 5 partidos sin conocer la derrota, recibe a un Rayo Majadahonda también en un gran momento.
Si hay un jugador infravalorado en el fútbol patrio, ese es sin duda Iago Aspas. Todos los aficionados al balompié tenemos pasión por nuestro equipo. Además, casi todos, luego tenemos simpatías por otros equipos. Y esto último suele pasar porque simpatizamos con otros jugadores que no juegan en nuestro equipo, pero que nos hacen seguirlos semana tras semana. Y no me negarán que en este país, no nos hemos hecho todos un poco seguidores de Iago y del club de su vida. Y como ha podido suceder esto. El moañés nunca triunfó en un gran equipo. Nunca fue indiscutible para la selección de su país. Si me apuran fue, a pesar de su calidad y su olfato goleador, siempre fue infravalorado en las convocatorias internacionales. Entonces, ¿cómo ha podido conseguir el delantero de Moaña, qué todo un país se rinda a sus pies y lo considere un futbolista excepcional? Además de un referente para el fútbol de nuestro país. Si nunca ganó nada o casi nada.
Yo, humildemente, creo que tengo la respuesta. Aunque, por supuesto, encantado de rebatirla con cualquiera y escuchar otras opiniones al respecto. La clave está en su regreso a la que siempre fue su casa. En ese regreso a tiempo a donde siempre fue feliz, está la respuesta a todo. Dice el gran Jorge Valdano que: “el fútbol, como la vida misma, son estados de ánimo”. Y que razón tiene el “Rapsoda ” argentino. Iago nunca se sintió a gusto allá donde fue -y mira que los gallegos, como los extremeños, entienden de emigrar y vivir en la diáspora-. Y, por suerte, se dio cuenta a tiempo que donde podía ser feliz de nuevo, era en su tierra galega y en su casa.
Y algo parecido está sucediendo con algunos de los jugadores más importantes de la plantilla del CD Badajoz. Toda la afición blanquinegra ha sido testigo de como, en la misma temporada, regresaban a la que siempre fue su casa, Kike Royo y Gorka Santamaría. Con el añadido de que, ni el jacarero ni el del “Botxo”, son pacenses. Por lo que tiene doble mérito. Y también ellos han sufrido en sus carnes la famosa frase de Valdano y los estados de ánimo. Ni el portero riojano tuvo la confianza que se merecía, la temporada pasada en el Sabadell. Ni el delantero bilbaíno ha tenido oportunidad alguna de mostrar su valía, en todo un RC Deportivo de A Coruña. En cualquier caso, todas estas experiencias de vida, nos demuestran una cosa clara y nítida. Que cuando sentimos que los demás confían en nosotros, eso sube nuestra propia autoestima a unos niveles invaluables.
Pues con incorporaciones como las de estos dos extraordinarios jugadores y la de alguno más, el equipo de la capital del Guadiana no para de crecer esta temporada. Acude al encuentro de mañana con una racha nada despreciable, en esta categoría tan igualada y puñetera. Llevando 5 jornadas ya sin conocer la derrota. Y mañana luchará por los tres puntos, haciendo buena la “media inglesa”, de la que hablaba su entrenador en rueda de prensa. Y haciendo bueno el punto de la semana pasa en el Nuevo Mirador, ante el Algeciras CF. En ese partido los algecireños jugaron más, dominaron más y merecieron más. Pero esto tampoco habla mal del equipo de Salmerón. Pues por fin vemos a un conjunto que es capaz de ganar cuando juega más. Pero tampoco pierde cuando su rival es superior. Y en este caso el rival y el escenario no fueron fáciles y el club pacense salió vivo del mismo. Y, si me apuran, tuvo opciones de llevarse todo el botín.
Al César lo que es del César. Y esto es mérito del trabajo de su entrenador. Que ha conseguido que su equipo sepa competir en cualquier escenario. Y que los extremeños, hoy por hoy, sean un rival muy difícil de batir en la categoría. Sólo hace falta escuchar las ruedas de prensa de los entrenadores rivales y como hablan de la transformación que ha sufrido el conjunto de los “lobos”. Además para el partido de mañana recupera a Mati Acuña para el lateral derecho. Que está dando su mejor nivel desde que llegó. Y a Borja García, su capitán. Que hasta su lesión estaba siendo el zaguero más seguro de los blanquinegros. A esto hay que añadirle el buen nivel que ha mostrado el central Juanmi, desde que llegó. Y el fichajazo que ha hecho la Dirección Deportiva del club, con el ecuatoguineano Jannick Buyla. No sólo por su calidad, sino también por su mentalidad ganadora. Esta misma semana en una entrevista, en SER Deportivos Extremadura, le confesaba a José Luís Vela: “que ellos dentro del vestuario sí se lo creen y, si consiguen contagiar a la afición, van a conseguir los objetivos”.
Pero para eso tendrán que ir superando obstáculo a obstáculo. Y el de mañana domingo no va a ser nada fácil. Pues visita el Cívitas Nuevo Vivero, el CF Rayo Majadahonda. Y es que el equipo majariego, a pesar de que sigue en la parte delicada de la tabla, ha conseguido un racha nada desdeñable. Lleva una sola derrota en los últimos 6 partidos. Y ha ganado 3 de sus 4 últimos encuentros. Nueve de los últimos doce puntos en juego. Son números de equipo que podría estar más arriba. Sin duda el madrileño Alfredo Santa Elena -exjugador de Atlético de Madrid, Deportivo de la Coruña o Getafe entre otros- ha podido y sabido enderezar el rumbo del conjunto madrileño. Para ello ya hemos podido observar como ha imprimido su carácter y su intensidad al equipo. Ahora vemos a un Rayo que, aunque te da campo y te deja crear, es muy intenso en todo el partido. Y te mata en las transiciones en cualquier momento del partido.
Para ello el conjunto madrileño cuenta con jugadores de mucho nivel. Como el delantero ucraniano Roman Zozulia. El exjugador del Real Betis ha llegado a aportar experiencia y goles. Y aún tiene buena edad, 33 años, para brillar en la categoría de bronce. No olvidemos que es un jugador que ya ha destacado al máximo nivel. Además aunque tiene jugadores con experiencia, como los exblanquinegros, Íñigo Alayeto o Javi Ros -que curiosamente marcaba la semana pasada el gol de la victoria ante Unionistas-. O su extremo David, que es un auténtico quebradero de cabeza por su banda. Pero, sin duda, su jugador más valioso es Néstor Albiach. Que no sólo es el capitán de su equipo y lleva la elástica con el 10 a la espalda. Sino que además es un diez con mayúsculas. Quizás el único perfil o cualidad de jugador, que le falta a su rival de mañana. Atentos a él en las gradas del coliseo pacense. No sólo por su calidad y lo que aporta al juego, sino por su capacidad goleadora -ya lleva 8 dianas- y de llegada al área.
Por lo que se dan todos los condimentos para que mañana domingo por la tarde -la hora que más gusta a los pacenses para ir a su templo-, veamos un extraordinario partido. Entre dos conjuntos que llegan enrachados y con la flechita hacia arriba. Ambos llegan en un buen estado de forma, ofreciendo un buen fútbol y consiguiendo sus mejores resultados en lo que va de campaña. Pero, como ya dijimos al principio, también entrará en la ecuación para conseguir los 3 puntos. El estado anímico y a motivación de ambas escuadras. Como el extraordinario jugador del que les hablaba al principio de esta columna. Iago Aspas fichó en el año 2013 por el Liverpool y un año después por el Sevilla FC. El primero, sin duda uno de los grandes de Europa. Y en ninguno confiaron en él, ni tuvo oportunidad alguna de mostrar su talento. Por eso un día del año 2015 decide regresar a su casa y ser feliz, por encima de cualquier otra ambición en su vida. Dos años antes había dejado llenas las arcas de su club, con un traspaso millonario. Y regresaba cobrando menos que en cualquier otro club. Desde entonces lleva 8 temporadas seguidas y haciendo historia en La Liga. Con su liderazgo y, por supuesto, con sus goles, lleva salvando a su equipo de continuos descensos. Y eso los aficionados lo saben valorar más que ninguna otra cosa. Sin duda el regreso a donde fue feliz, fue la mejor decisión que tomó en su vida. Nuncá ganó una Champions o una liga, pero en su tierra y en su casa, pasará a ser un MITO de por vida. Y eso no tiene precio: Él, “El mago de Moaña“, “El príncipe das Bateas“.
