EL Real Madrid gana en casa 96-69 a un Zalgiris que únicamente pudo oponer resistencia en el primer cuarto. El conjunto lituano llegaba al encuentro tras 6 partidos consecutivos en Euroliga sin alcanzar los 80 puntos, incluso en varios de ellos no alcanzando los 70. Su partido pasaba por frenar el ritmo ágil y frenético de juego del equipo de Chus Mateo para poder competir; sin embargo a pesar de aguantar a base de un buen ritmo de anotación en el primer cuarto, el equipo blanco mantuvo el acelerador pisado y acabo por pasar por encima del equipo de Kaunas.
El encuentro comenzó bastante igualado, de hecho es el equipo de Kaunas, quien se lleva el primero de los 4 asaltos. El Real Madrid comenzó generando muy buenas situaciones de tiro, tanto lejano como dentro de la pintura, a través de un Deck que puso en muchos apuros a la defensa lituana con sus 1x1s en el poste bajo. A partir de ahí, el ataque del Madrid fluía, finalizaciones suyas, buenos tiros exteriores, encontraban a Tavares en el poste alto… El equipo madrileño se mantuvo regular en el ataque, pero sufría mucho en defensa, principalmente para parar los 1x1s exteriores de Brazdeikis, que anotó y generó muy buenas canastas atacando desde el bote a los grandes del Real Madrid en la defensa de cambios. Si bien es cierto que ganaron este primer asalto, ya se intuía, por la dificultad de las canastas anotadas, que era inviable mantener ese ritmo anotador de forma prolongada en el tiempo.
En el segundo cuarto el Real Madrid comenzó a soltarse en ataque gracias a poder jugar en transición. El juego espeso de Zalgiris hacía que muchos ataques acabaran en pérdidas o malos tiros. A partir de ahí se construye buena parte de la fluidez ofensiva del equipo blanco en el cuarto; pudiendo anotar muchas situaciones en contrataque o pudiendo «llegar jugando» rápido tras: malos balances, defensas desorganizadas y situaciones de ‘missmatch’ producto de una floja transición defensiva del conjunto de Kaunas. Además, Tavares hizo muchísimo daño cerca de canasta, jugando muy bien sin balón las situaciones de 1×1 de sus compañeros. El Zalgiris siguió forzando mucho sus ataques, muy obsesionados con atacar en 1×1 a los interiores del Madrid, esto les permitía sumar con canastas de Brazdeikis, Taylor o Dimsa, pero ya dando muestras de ser una fuente de puntos poco fiable.
En los dos cuartos de la segunda parte solo hubo un equipo en la pista, el Real Madrid desbordo por completo a la defensa lituana. El equipo blanco seguía corriendo de forma constante y generando muchísimas ventajas gracias a llegar tan rápido a campo de ataque; tanto para finalizar rápido, como para arrastrar la ventaja hasta más avanzado el crono. En este contexto brillaron mucho dos ‘monstruos’ del coast to coast, Dzanan Musa y Mario Hezonja, aunque este último no acabó de materializar en estadísticas la exuberancia física mostrada, también por su ausencia de minutos. Zalgiris intentó generar a partir de otros sistemas de juego, sobre todo con salidas de indirectos para tiradores, pero con poco éxito gracias a una consistente defensa blanca.
Sin duda la mayor sorpresa del partido fue la actuación del base Nigel Williams-Goss, que dejó destellos del grandísimo jugador que es y que no hemos podido ver por su poca continuidad debido a lesiones y otros factores. Quizás en él esté el base que parece necesitar Chus Mateo para acabar de engrasar la maquinaria blanca; ya que el Chacho parece no acabar de convencer, Llull es un jugador muy contextual en ese rol y Musa y Hanga dominan mucho la conducción en contrataque, pero en media pista tienen un rol más finalizador que organizador. Mención especial también para el buen partido de Cornelie que acabaría con 9 puntos y 6 rebotes, con 3 de 3 en triples.