El Madrid activa el modo Champions y se coloca a un paso de las semifinales

Los blancos dominaron de forma incontestable el partido ante un Chelsea que jugó media hora con uno menos

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Real Madrid 2 0 Chelsea

Atravesó el Real Madrid unos días atípicos la semana pasada. Tras la alegría a la afición merengue después de la goleada al Barça en el Camp Nou, que sirvió al conjunto blanco para hacerse con un puesto en la final de la Copa del Rey, los de Carletto confirmaron lo que ya era algo más que un secreto a voces: el Real Madrid había abdicado en La Liga Santander. Y lo demostró con la derrota en su propio feudo frente al Villarreal.

Sin embargo, tanto las buenas como las malas noticias recibidas la pasada semana quedaban ya atrás. Y es que regresaba al Santiago Bernabéu la competición fetiche del conjunto blanco: la Champions League. Y el estadio madridista se vistió de gala para el encuentro de ida de los cuartos de final de la máxima competición europea, en la que recibirían a un Chelsea cuyo mal momento en la Premier League no era garantía de nada.

Los ingleses atraviesan una temporada atípica en y muy poco usual en el mundo del fútbol. Más de 500 millones de inversión, y tres entrenadores después, el conjunto blue, ocupando la undécima posición en la competición liguera, se agarraba a la Champions League como el último clavo ardiendo. Por su parte, el Real Madrid, a quien no le hace falta ningún tipo de presentación en esta competición, venia de someter al Liverpool de forma extraordinaria en los octavos de final. Y todos estos eran los ingredientes necesarios para que diese comienzo un choque de titanes.

El Madrid arolla al Chelsea en 45 minutos frenéticos

Y el encuentro arrancó según el guion esperado: con dos equipos sumamente agresivos. El conjunto blanco tuvo el dominio total del cuero durante por primeros minutos de partido, mientras que el equipo inglés esperaba atrás en busca de un contragolpe. Un contragolpe que se dio en el minuto dos del encuentro, cuando Joao Félix encontró la espalda de la zaga para plantarse solo frente a Courtois. Sin embargo, Militao logró recuperar su posición e incordiar al ariete luso lo suficiente como para que el golpeo saliese manso a las manos del guardameta belga.

Tras el susto inicial, los de Ancelotti volvieron a intentar tomar las riendas del encuentro, frente a un Chelsea que ahora salía a morder arriba en la salida del cuero. Y todo el peligro merengue durante los primeros minutos, como suele ser habitual, llegaba por la banda de Vinícius, que no tardó ni cinco minutos en forzar la tarjeta amarilla para Reece James.

Poco después, fue Camavinga el que vio la cartulina amarilla tras una entrada al borde del lateral del área, que conllevaba un gran peligro dado el poderío aéreo del conjunto inglés. A pesar de que el envío lateral quedó en nada, el mensaje de Lexetier fue claro desde los primeros compases del encuentro: no iba a dejar que el partido se le fuese de las manos, estableciendo una vara de medir muy severa en comparación con lo que son otros arbitrajes en la competición europea.

Pasaban los minutos y ahora era el Chelsea quien parecía estar más volcado en busca del gol, con una altísima presión que incomodaba la salida de los blancos, quienes buscaban la fórmula para recuperar el dominio del esférico. Y los jugones del Madrid tiraron de galones para entablar fuerzas con la intensidad inglesa, y tras una combinación en la frontal del área entre Vinícius y Benzema, fue el francés quien obligó a intervenir por primera vez a Kepa en el encuentro.

Y no solo fue por talento, sino que los de Ancelotti también igualaron la intensidad del conjunto visitante. Algo que les llevó a recuperar el control del juego, y con un claro dominio en la zona de tres cuartos, fue Fede Valverde quien probó fortuna con un disparo lejano que se marchó muy desviado.

Pasado el primer cuarto de hora, las aguas parecían haberse calmado un poco y ambos equipos bajaron las pulsaciones al encuentro. Pero cuando el río suena, suele llevar agua. Y con el Madrid volviendo a tener un dominio total del juego, muy cerca del área del Chelsea, el conjunto blue se temía lo peor. Y así fue. Carvajal puso con musica un centro al corazón del área, que acertó a rematar Vinícius, que obligó a Kepa a intervenir. Sin embargo, a la espera del rechace estaba el de siempre, Karim Benzema, que solo tuvo que empujarla para hacer el primero del encuentro.

No se hizo esperar la respuesta inglesa, y es que nada más sacar de centro, Joao volvió a ganar la espalda de Camavinga en un despiste defensivo, y puso un centro preciso al área pequeña que Sterling remató a placer. En casi cualquier escenario habría supuesto el empate, pero en esta ocasión el extremo inglés se topó con el muro belga, que salvó al Madrid con una intervención extraordinaria.

Foto: @realmadrid.

El ritmo no paraba, y es que tras el susto, ahora era Vinicius quien lograba hacerse con la espalda de Reece James, y tras un eslalon vertiginoso, se plantó frente a Kepa, que detuvo el cuero en primera instancia, y el rebote en el brasileño golpeó en el palo. Había vuelto el ritmo infernal de los primeros compases, y cuando ni siquiera se había cumplido la primera media hora del encuentro el partido era un correcalles.

Los de Ancelotti, conscientes de que aquello no les beneficiaba, volvieron a instaurar el control total que les había llevado a ponerse por delante. El conjunto londinense, sin embargo, no iba a permitir que el Madrid disputase un partido a placer. Sin embargo, cuando los ingleses salían a buscar a los blancos, crecía la clarividencia con la que estos llegaban al área. Y tras otra gran combinación con Benzema, fue Rodrygo quien volvió a obligar a intervenir a Kepa para evitar el 2-0.

Apretaban y apretaban los blancos, con una altísima presión que creaba el runrún en un Bernabéu que esperaba el segundo. Y tras otra nueva jugada de pizarra, ahora fue Alaba con un testarazo quien obligó intervenir a Kepa, que se erigía una vez más como el salvador de su equipo ante la desesperación de Frank Lampard.

Y el Madrid, por su parte, no paraba. Una buena presión de Fede Valverde sobre Kanté provocó la pérdida del pivote francés. El uruguayo tiró millas, hasta plantarse en la frontal del área y soltar un derechazo muy duro pero poco colocado, que Kepa volvió a detener sin problema. Y la primera parte no dio para más, con un Madrid que arrolló por completo a un Chelsea que, por lo menos, seguía vivo.

Una segunda mitad marcada por la superioridad

Los siguientes 45 minutos comenzaron con un Chelsea que, en esta ocasión, no quiso regalar el esférico al conjunto blanco. Durante los primeros compases, fueron los chicos de Lampard los que se hicieron con la pelota. Sin embargo, fue el Madrid el primero en amenazar. Tras un fulgurante contraataque de Vinícius, en el que alcanzó por enésima vez la la línea de banda, descargó atrás para un Benzema que acertó a encontrar a Modric, cuyo golpeo con rosca pasó rozando la escuadra.

El primer cambio llegó por parte de Lampard. Y no en busca de un cambio táctico, sino tras la lesión de Koulibaly, que se resintió en el aductor tras una carrera con Rodrygo, y dejó su hueco a un viejo conocido de la Liga: Cucurella. Los blues trataban de igualar las fuerzas por intensidad, pero los blancos no daban un balón por perdido, y casi todas las disputas caían del lado local, ante un Chelsea que se quedaba sin ideas al llegar a la zona de tres cuartos.

Pasado el primer cuarto de hora del segundo acto, el Madrid tenía un dominio total pero el partido no terminaba de romperse. Hasta que llegó la jugada que lo hizo por completo: Rodrygo se infiltró tras las espalda de la zaga blue, quedando solo frente a Kepa. Sin embargo, Chilwell, como último hombre, lo agarró del brazo impidiendo su avance, lo cual le llevó a ganarse la roja directa, dejando a un Chelsea que ya de por sois estaba sufriendo mucho, en inferioridad numérica.

Foto: @realmadrid.

A partir de ese punto, el encuentro cambio por completo. El único objetivo del Chelsea era no encajar más goles para llegar vivo al encuentro de vuelta, mientras que el Madrid apretaba para aumentar la renta con un hombre más sobre el césped. Y seguía desangrando el conjunto londinense por la banda izquierda, con Vinícius y Camavinga entrando como aviones. De hecho, fue el francés el que en la siguiente jugada lo intentó, con un golpeo que se marchó alto.

El Chelsea, tras la reestructuración táctica y ahora con Havertz como único punta, defendía el resultado en su área, a la espera de poder salir a la contra con un Madrid volcado al ataque. Parecía haber encontrado Lampard la forma de detener el vendaval blanco que acechaba el área de su equipo, con un Madrid que seguía dominando el juego, pero cada vez más lejos del área blue. Así que Ancelotti tuvo que tirar de pizarra para sorprender a los londinenses.

Jugó en corto Modric un córner sobre Kroos, que acertó a encontrar a Vinicius totalmente solo en el área. El carioca levantó la cabeza y puso un caramelo en la frontal. Y Marco Asensio, que acababa de entrar, y cuyos golpeos con la pierna zurda conocen de sobra las redes del Bernabéu, puso la pelota en el palo derecho de la portería de Kepa, lejos del alcance del meta vasco, para poner el 2-0.

El Chelsea, ahora sí con el agua al cuello, revolucionó su estrategia para intentar sacar algo positivo del Bernabéu y no marcharse dos goles por debajo, estirando sus líneas en la medida que el conjunto le permitió hacerlo. Sin embargo, los blancos seguían tirando de pizarra para buscar las cosquillas al conjunto visitante, y Asensio se volvió a encontrar con un balón llovido ahora en el otro perfil. En esta ocasión su golpeo se marcho rozando el palo.

Alcanzados los últimos compases de la segunda mitad, y con un Chelsea volcado en busca del empate, el Madrid contaba con cada vez más espacios a campo abierto para buscar cerrar la eliminatoria. Sin embargo, conforme se acercaba el minuto 90, el Chelsea parecía haber entregado las armas y esperar el milagro en Stamford Bridge. La tuvo Benzema para hacer el tercero y cerrar definitivamente la eliminatoria, pero su cabezazo se marcho por encima del travesaño. Un resultado con el que el Madrid obtiene una amplia ventaja que los deja a un paso de las semifinales de su competición fetiche.

Ficha técnica
Real Madrid C.F.: Courtois; Carvajal, Militao, Alaba, Camavinga (Rüdiger, 71′); Kroos (Tchouaméni, 84′), Modric (Ceballos, 81′), Valverde; Rodrygo (Asensio, 71′), Vinícius y Benzema.
Chelsea F.C.: Kepa; Reece James, Thiago Silva (Gallagher, 76′), Fofana, Koulibaly (Cucurella, 55′), Chilwell; Kanté (Mount, 76′), Enzo Fernández, Kovacic; Joao Félix (Havertz, 67′) y Sterling (Chalobah, 67′).
Goles: Benzema (22′), Asensio (74′).
Árbitro: François Letexier, perteneciente al Comité Francés.
Incidencias: Partido correspondiente a la ida de los cuartos de final de la Champions League, disputado en el Santiago Bernabéu. (21:00h).
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