El Betis vuelve a sonreír
La ilusión vuelve al Villamarín después de batir a un Espanyol que sigue en caída libre
Victoria clara y muy importante del Betis ante el Espanyol en Heliópolis. Notable pero insuficiente mejoría de los de Luis García, que plantaron cara durante parte del encuentro a un Betis que sin fraguar un gran partido se llevó los tres puntos.
Ambiente mágico en el Villamarín para acoger un partido que no dejó indiferente a nadie. El Betis, entre lesiones y sanciones, presentaba un once algo inusual. Volvían Montoya y Guardado, mientras que en el esquema perico no había cambios a excepción de la entrada de Vini por Gragera.
Lejos de salir cohibido por la magnificencia de la parroquia bética, el Espanyol saltó al verde con mucha personalidad y hasta discutiendo la posesión al Betis. Melamed y Puado muy activos por la izquierda arañaron dos tarjetas amarillas a defensas locales.
Empezó tímido el Betis, pero poco a poco se fue soltando. En el 27, diablura de Luiz Henrique para dejar en el camino a Cabrera y poner un centro raso entre defensa y portero. Con la caña apunto esperaba Ayoze Pérez, quién solo tuvo que empujar el cuero. Primer gol del tinerfeño con la elástica bética que servía para abrir la lata en el Villamarín. Y siete minutos más tarde, caía el segundo a botas de Juan Miranda. Aguantaba Ayoze el balón de espaldas a portería y lo dejaba perfectamente para que apareciera el lateral y batiera por segunda vez a Pacheco.
2-0 y escenario perfecto para los hombres de ataque del Betis. Con el Espanyol impreciso y lento en los repliegues, Carvalho, Luiz Henrique y compañía disfrutaban como niños en el recreo. A punto estuvo este último de poner la sentencia antes del descanso, pero el brasileño pecó de atrevido y su vaselina se marchó desviada.
Reanudación eléctrica de los visitantes, esta vez con premio. Chilena espectacular de César Montes desde el punto de penalti como pocas se han visto en los últimos años. Gol y esperanza para los catalanes. El Betis nunca se mostró convencido de ir a por el partido y ahí estaba el Espanyol para achuchar y hacer sufrir a los de Pellegrini. Las tuvo, y varias, Joselu de cabeza para el empate, pero este Joselu no es el de hace diez jornadas.
Como bien saben en Sevilla, el Betis es mucho Betis. En su peor momento, los andaluces lograron sobreponerse y sentenciaron a 20 minutos del final. Esta vez fue el turno de William Carvalho gracias a un disparo cruzado que se coló entre la defensa blanquiazul.
La vuelta de Pedrosa tras un año fuera de los terrenos de juego quedó en anécdota ante la fiesta que se vivía en el Villamarín. Con el Betis controlando los mandos del partido, el partido llegó a su fin después que el VAR anulara un gol en la última jugada a Martin Braithwaite. Nada le sale a este Espanyol, que el próximo viernes tiene un auténtico matchball en casa ante el Cádiz. En cambio, se respira otro aire en Sevilla. Los béticos vuelven a soñar con la Champions en una jornada redonda gracias a las derrotas de Villareal y Real Sociedad.
