Sobre el papel, todo apunta a que el duelo de filiales que abrirá la jornada 31 en el grupo 1 de Segunda RFEF será un partido con poca ‘chicha’. Dos equipos que han hecho sus deberes clasificatoriamente hablando y que llegan a este tramo final en una buena posición. Mejor es la posición del Real Oviedo Vetusta, ya que el cuadro de Jaime Álvarez marcha séptimo con 45 puntos y con las matemáticas diciendo que aún es posible el pelear por disputar el play-off de ascenso a pesar del varapalo de la semana pasada en Lugo.
Frente a ellos un Rayo Cantabria que, con 42 puntos, quizá no tenga la salvación amarrada al 100%, pero que no debería pasar ningún apuro para lograrla, dado que tiene cinco puntos de ventaja con los tres equipos que pelean por evitarlo. Una victoria en Oviedo les daría esa tranquilidad, pero el equipo de Ezequiel Loza busca sobre todo intentar ser más regular, algo que le ha costado ser lejos de su casa a lo largo de toda la temporada. Y la ciudad deportiva del Real Oviedo, donde el filial azul se ha hecho muy fuerte, es un sitio idóneo.
El encuentro lo dirigirá el colegiado bilbaíno, adscrito al comité vasco, Ilbón Urízar Díaz. De 26 años, el colegiado está en su año de debut en la categoría. Será su duodécimo partido de la temporada, Será la primera vez que dirija al Vetusta, ya que los once partidos previos nunca se ha cruzado. Si lo hizo con el filial racinguista, al que dirigió en una ocasión, con victoria por 1-0, frente al Unión Popular de Langreo en la jornada 2 del campeonato.
Volver a la senda del triunfo
Ambos equipos llegan tras pegarse un buen revolcón la semana pasada. El Vetusta, contra lo que todos pudieran imaginar, salió goleado de su visita al Polvorín. Los lucenses, aún estando virtualmente descendidos, se dieron una buena alegría al pasar por encima al cuadro de Jaime Álvarez. Éste recupera efectivos para esta jornada, sobre todo en defensa, la línea con más ausencias. Todo para intentar volver, en su casa donde están fuertes, a la senda del triunfo frente al filial racinguista.
En el cuadro cántabro la situación tras las dos últimas derrotas, especialmente la pasada frente al Laredo que pudo dejar sentenciada la salvación, sigue sin ser de preocupación. Pero si es cierto que saben los de Ezequiel Loza de la necesidad de ganar un partido cuanto antes para que el nivel de nerviosismo no aumente. Es parte del aprendizaje de los chicos, en palabras de su entrenador. Buscan lograrla en Oviedo, donde volverá Dalisson tras ser baja la semana pasada y será casi seguro baja Jéremy, que ha estado concentrado toda la semana con la Selección sub-18 en Suiza.