El Andorra jugará la temporada que viene en el fútbol profesional. No es matemático porque todavía falta por jugar el Málaga, pero con la victoria en el campo de la Ponferradina, los tricolores dieron el paso que les faltaba en un partido redondo que empezó a encarrilar Sergio Molina con un golazo de bandera justo en el minuto 5.
Y es que todo es más fácil cuando el partido se te pone de cara con un gol nada más empezar. Eso es lo que le ha pasado al conjunto de Eder Sarabia en El Toralín, que justo en el minuto 5 se ha encontrado por delante en el marcador tras un gran disparo de Sergio Molina. El centrocampista madrileño ha recibido en la frontal y se ha sacado de la manga un misil imparable. A partir de ahí, todo ha hecho bajada para los tricolores, que han conseguido esconderle el balón a la Ponfe. Así, el conjuto berciano no ha conseguido incomodar la portería hoy defendida por Marc Vidal, mientras que el Andorra ha doblado la ventaja antes de la media hora de juego. Rubén Bover se ha adueñado de un rebote, se ha deshecho de un defensor y su disparo, que ha rozado la pierna de un rival, ha ido a parar al fondo de la red (28′).
La alegría habría podido ser mayor porque, cuatro minutos después, Bakis ha hecho el tercero tras una buena presión colectiva, pero el gol ha sido anulado tras la intervención del VAR por un fuera de juego milimétrico. Antes del descanso, Bakis lo ha vuelto a probar, pero esta vez su disparo ha salido ligeramente desviado. En la reanudación, Rubén Bover ha chutado fuera en el 48′ y, unos minutos después, lo ha probado Agus Medina con un disparo que ha parado Marc Vidal en dos tiempos. El partido no peligraba para el Andorra, pero es que encima, en el minuto 69′, Derik ha sido expulsado con roja directa por protestar.
Contra diez, Hector, ya sobre el terreno de juego, ha tenido el 0-3 pero un defensa ha bloqueado su disparo (75′) y tres minutos después, con un cañonazo con la izquierda, Bakis no ha fallado. Justo después de la diana tricolor ha llegado el gol del honor local con un cabezazo de Edu Espiau. El 1-3 no ha hecho cambiar nada y, antes del final, Carlos Martínez ha cerrado la goleada transformando un penalti que él mismo había provocado.