La definición de partido descafeinado es este caso. Tanto Huesca como Tenerife comparten la misma cantidad de puntos (46), los cuales les permiten estar en una zona media tranquila de la tabla. Lejos de la zona roja roja y aun más lejos de la zona de playoff. Una victoria de tinerfeños u oscenses les haría llegar a los famosos 50 puntos para sellar una salvación casi matemática.
El conjunto de Ramis empezaba muy fuerte percutiendo por las bandas de Mellot y Nacho llegando a línea de fondo. El Huesca esperaba con un bloque bajo hundido en el 4-4-2. El central León se veía apercibido en el minuto 9 tras parar una contra dirigida por Obeng. Los primeros 20 minutos de partido el ritmo seguía siendo lento aunque eran los isleños los que llevaban un poco la batuta. Hasta que llegó el primer susto. Romero ponía un centro raso suave al área pequeña donde Enric Gallego se tiraba en plancha para rematar, pero se encontraba con un seguro Andrés Fernández.
El Tenerife iba realizando juagadas de peligro gracias a la amplitud de sus laterales y la gran colocación de área tanto de sus dos puntas como de Iván Romero. Corría riesgos el Tenerife y en otra contra encabezada por la flecha de Gerard Valentín forzaba otra amarilla, esta vez para el otro central Sergio. En el 33′ un centro vacío de Marc Mateu lo recoge Ratiu que le sirve un bomboncito de balón a Obeng que bate a Juan Soriano. El gol llegaba en el mejor momento de los locales. El Tenerife seguía respondiendo mediante llegadas de Borja y Alexandre, pero con muy poca efectividad. El final de la primera parte dejaba a un Huesca muy sólido y fiable tanto en defensa como en ataque. Un Tenerife que tiraba y tiraba aunque el gol no le caía de cara. Cada uno haciendo su plan de partido.
El inicio de la segunda parte sorprendía ya que Ramis cambiaba a sus dos centrales apercibidos por Kike Salas y Spicic. El conjunto tinerfeño buscaba ser vertical y ofensivo igual que la mayoría de la primera parte. Pero el Huesca, sorprendentemente, se sentía firme y confiado en el bloque bajo defensivo. En el 57′ un balón a la espalda de libro de Mellot a la diagonal de Borja Garcés, que temporizaba con un recorte mientras Waldo Rubio fue el más listo de la clase para mandarla a guardar. Minutos después, un error de Blasco en zona dos se salva de un mal mayor tras el fallo de Borja con un chute muy blando.
Hasta el 72′ no hubo un peligro claro para cualquiera de los dos equipos. Florian Miguel remataba un córner en solitario que se marchaba rozando la cepa del palo. Un partido muy abierto que se lo puede llevar tanto Tenerife como Huesca. Tres minutos más tarde, otro error en salida de balón de Javi Martínez no lo llega a aprovechar Waldo en el mano a mano con el arquero murciano. El Tenerife apretaba y mucho. Andrés volvía a salvar a los locales tras una dejada de Mo Dauda a Enric que golpeaba fuerte a un lado. En el 80′ tras un centro de Waldo que sorprendía a los oscenses, Nacho golpeaba acrobáticamente un balón que se marchaba fuera.
Durante los últimos 10 minutos de partido, no había orden, todas las líneas rotas. Ocasiones tanto para oscenses de la mano de Obeng como para un Tenerife cuajando un partido muy serio en líneas ofensivas. El partido se partía en el centro del campo, el cansancio acumulado hacía cometer varios errores a los dos equipos. Tres minutos alargaba Ais Reig que no había tenido nada de faena complicada. El partido moría en un golpeo de Mellot desde fuera del área que se marchaba por encima del larguero. Un punto repartido para Tenerife y Huesca, en el que el Tenerife ha sido más vertical y ofensivo, pero que se ha topado con un gran Huesca que depende de la puntería de Obeng.