Un partido menos para el final y tres puntos más. El tramo decisivo nos está dejando una Real solvente y efectiva que hoy ha vencido en El Sadar con dos goles al inicio y al final del encuentro.
El partido ha comenzado de manera inmejorable para los realistas. Una incursión por la banda izquierda ha finalizado con un centro de Barrene que Sergio Herrera ha introducido en su portería involuntariamente. En un escenario ideal, con la ventaja en el marcador, los de Imanol han gozado de alguna buena ocasión para poner más tierra de por medio, pero Merino y Cho no han acertado a convertir. Osasuna, salvo con algún disparo de Kike García, no ha inquietado a Remiro en el primer tiempo.
En la segunda mitad los rojillos han partido bien y han metido a la Real en su área. Alguna jugada embarullada y varios centros que han hecho animarse a la grada. Una vez calmado ese arreón navarro, Oyarzabal ha tenido una clarísima ocasión que no ha conseguido culminar. Sorloth le ha puesto un buen balón y el eibarrés, en su disparo, ha golpeado en Herrera y el balón se ha ido al travesaño. En una jugada igual, pero con las tornas cambiadas, el balón cedido por Oyarzabal lo ha rematado al palo el noruego. Han sido dos clarísimas y la Real ha perdonado a Osasuna. A pesar de no poder sentenciar, los txuri urdin se han mantenido sólidos en defensa para certificar un triunfo que les acerca más al objetivo. En el último minuto, tras una buena acción de ataque, Kubo ha marcado el cero a dos para ya finiquitar el choque.
Tres puntos más que impulsan a los blanquiazules en busca de la Champions League.