Triunfo vital ante el RC Celta (3-1). El Villarreal venció al conjunto gallego con un impresionante Nico Jackson, que marcó un doblete, y un tanto de Ramón Terrats. Con la victoria, los groguets suman tres puntos que lo consolidan en la quinta plaza y que les arma de confianza de cara a la recta final del campeonato.
El Villarreal y su afición se reencontraban este domingo en su lugar favorito, el Estadio de la Cerámica, para vivir un nuevo partido liguero, solo tres días después de la victoria ante el RCD Espanyol (4-2). Para la cita, Quique Setién repitió el mismo once que aquel día y no le fue nada mal al Submarino.
El partido empezó con el pitido inicial y… con el primer gol de Nico Jackson. El delantero senegalés aprovechó un fabuloso pase al espacio de Yeremy para pisar el área y batir sin titubear a Iván Villar. El Villarreal se ponía 1-0 antes de llegar el minuto 2.
Los groguets refrendaron el buen arranque de partido con otro gol antes del cuarto de hora. Nico Jackson marcaba el 2-0 (min. 12). Esta vez, el ariete africano firmó una gran definición ante el meta celeste después de una magnífica asistencia de Lo Celso.
Las sensaciones eran fantásticas para el Villarreal, que demostraba pegada y asustaba con cada aproximación al área. En el 26’, Yeremy fue objeto de penalti a la salida de un saque de esquina. Dani Parejo se encargó de lanzarlo y no tuvo acierto desde los once metros. El centrocampista madrileño probó suerte con un disparo a lo ‘panenka’, que se marchó por encima del larguero.
Solo tres minutos después del fallo en la pena máxima llegaba el gol del RC Celta. Stand Larsen culminaba una acción del conjunto gallego por la banda izquierda. Desde el interior del área, y tras un rechace de la zaga amarilla, el delantero noruego remató raso y colocado al segundo palo. Imposible para Pepe Reina. El partido se marchó al descanso con un resultado de 2-1 favorable al Submarino.
El Celta mejoró mucho en la segunda mitad. Especialmente después de la entrada en el terreno de juego de Aspas, Veiga y Beltrán. El Villarreal sufría y el conjunto gallego iba a por el empate. Cuando peor pintaban las cosas para los locales, Álex Baena inició un contragolpe prometedor. El almeriense condujo a campo abierto y abrió a la izquierda, donde aguardaba Yeremy que, tras un recorte se deshizo de su par y cedió atrás para que Ramón Terrats, con mucha templanza, la colocase en el fondo de la red. El catalán convertía su primer gol como futbolista amarillo.
El Villarreal sentenciaba el encuentro, sumaba tres puntos de oro y se armaba de confianza para lo que está por llegar.
