“Un pequeño paso para un gran objetivo”: El Barça Atlètic gana con contundencia al Real Madrid en la ida
Los de Rafa Marquez lucharon hasta el final y Luismi Cruz guio la luz de la victoria con dos auténticos golazos
Previa: Un pequeño clásico para un gran objetivo
Llegó el día. La clasificación a de los ‘Play-Offs’ significó el broche de oro a una gran temporada de ambos filiales, a quienes les iba a tocar embarrarse una última vez para intentar tocar la gloria en Segunda.
Rafa Marquez y Raúl Bravo lideraron a dos equipos con una proyección tremenda a conseguir sus objetivos con creces. Ambos conjuntos, que hace más de siete años que se mantienen en la categoría de bronce, apuntan maneras a devolver a sus clubes a donde corresponden, y la lucha estaba servida en el Estadio Johan Cruyff para este partido de ida.
Sin su máximo exponente, Sergio Arribas, y con parte de la afición del Camp Nou desplazada al estadio de su filial (prácticamente lleno), el Real Madrid Castilla llegaba al ‘mini-clásico’ con varios factores en contra, pero aun así no iban a dar nada por perdido, pues la presión juega malas y buenas pasadas para todos, y dentro del coliseo, nunca hay favoritos.
Primera parte: Tensión, errores y un mazazo de última hora
El encuentro inició con la tensión más que conocida que desprenden los clásicos. Primera jugada, primer encontronazo entre equipos.
La intensidad no bajó (no parecía querer bajar) durante los minutos iniciales y Álvaro Rodríguez tuvo la primera ocasión desde fuera del área, aunque acabó probando lo que significaría la frustración de enfrentarse a Arnau Tenas.
El juego se repartió entre los dos equipos, con un Real Madrid obligado a jugar por fuera, y un Barça Atlètic a la espera de cualquier error con sus balas cargadas (Estanis y Luismi). Aunque los blaugranas trataron de controlar la situación, una repentina presión de los ‘blancos’, que estuvieron muy atentos a las salidas de balón desde los pies de Tenas, les sorprendió y Nico Paz clavó el primero, enmudeciendo al estadio.
En menos de un cuarto de hora, ambos conjuntos se testaron física y psicológicamente, y el gol de Nico Paz era un aliciente para que, cerca de los veinte minutos de partido, el Real Madrid pudiera crecerse.
Pero como se advirtió al inicio de esta crónica, en el coliseo no hubo favoritos en ningún momento. Poco después, los barcelonistas aprovecharon el balón parado para deshacerse del susto y Chadi Riad empató el encuentro de cabeza. Todo volvía a estar igualado en tan solo cinco minutos, y la tensión era máxima.
Los dos equipos estuvieron excelsos en defensa y en la presión. La salida de balón era su único punto débil, y ambos estuvieron astutos aprovechándolo. De esta manera, Álvaro Rodríguez volvió a tenerla tras un mal rechace de Arnau Tenas que quedó muerto, aunque su visión no estuvo acertada ante el meta de Vic.
Con el paso de los minutos se notó el cansancio en los dos conjuntos, que se vieron obligados a mantener la calma en ciertas situaciones de presión y de posesión. Se vieron fallos que dejaban situaciones muy abiertas y que normalmente acababan en falta.
El Barcelona estuvo más listo a la hora de aprovechar esos fallos en el tramo final de la primera parte, sobre todo Luismi Cruz, que encabezó dos jugadas muy claras, la última dejando con éxito una gran asistencia para Roberto Fernández, que remató a placer ante López y adelantó a su equipo en un momento clave psicológicamente.
La primera mitad finalizó con un Barça Atlètic eufórico y animado por su afición, que se veía más cerca de su objetivo. El Real Madrid sufrió un duro golpe en el momento en que parecía arrancar, con un Álvaro pletórico y un Nico Paz exultante, el partido se puso cuesta arriba y Raúl tuvo la misión de aprovechar bien el descanso para recuperar las sensaciones iniciales.
Segunda parte: Debacle blanca y contundencia blaugrana
El partido reinició con una gran expectación, tanto dentro como fuera del campo, pues el Johan recibió la visita de Gavi, Baldé, Busquets y Marcos Alonso entre otros.
Los primeros 15 minutos fueron una continuación de lo que ya sucedió al final de la primera mitad: lucha constante, sin un dominador claro y con mucha consistencia defensiva. Lo poco que se pudo ver en términos de peligro lo generó el Real Madrid. Nico Paz y Álvaro Martín hilaron buenas combinaciones para probar suerte, pero Tenas volvió a relucir.
El Barcelona se animó por momentos, sin tanta constancia como hacía unos minutos atrás, cuando Luismi Cruz lo intentó desde fuera del área, sin éxito. Estanis también destacó mucho más que en la primera parte, dificultando mucho más el trabajo de Pablo Ramón, pero a pesar de los esfuerzos y la dureza de los choques en unos contra uno, la defensa continuó destacando por su gran labor.
Pasada la hora de juego, sin comerlo ni beberlo, el Barcelona se volvió a encontrar con una sorpresa cuando Txus Alba provocó un penalti claro e irremediable. Dotor no falló y el Madrid obtuvo los primeros resultados efectivos de la segunda parte, revirtiendo el mazazo del 2-1.
Los de Rafa Marquez pidieron ánimos a la grada, y con el cuchillo entre los dientes, comenzaron a apretar arriba rápidamente. El propio Txus Alba realizó una gran jugada individual que lo dejó prácticamente solo ante López, pero su chute fue al muñeco y los blaugranas se enrabietaron aún más.
Tras esto, Aleix Garrido, acabado de entrar en substitución por Alba, dejó gran balón para que Luismi Cruz rematase desde la esquina del área y, con una vaselina espectacular, superase López e hiciese levantar al público de sus asientos para aplaudir.
El espectáculo no acabó aquí, pues el mismo Luismi sacó su magia y, desde el mismo punto exacto del área que en su primer gol, volvió a clavar el balón en la escuadra para poner un 4-2. El Barcelona se supo ganador y cada jugada fue cantada como nunca ante la superioridad que transmitieron en ese momento.
A falta de cinco minutos para el final, el Real Madrid no acabó de darse por vencido. Aun con el partido de vuelta sobre la mesa, la moral siguió intacta en los últimos minutos y los de Raúl Bravo consiguieron alcanzar el área un par de veces, aunque no hubo más reacción por su parte.
El encuentro acabó con un equipo culé contundente y ya con la cabeza en los el partido de vuelta, una final adelantada que, ahora sí iniciarían con ventaja y como favoritos tras su gran actuación de hoy.
Los de Raúl Bravo se marchaban de la ciudad condal desmoralizados, pero con la mentalidad enfocada ya en remontar una situación que, de la nada, se puso difícil y el Barcelona consiguió remontar.
La vuelta, que se jugará el día 11 de junio en Madrid, será una demostración de fuerza y de poderío por parte de ambos equipos, que buscan reivindicarse y salir de una división donde se han mostrado superiores esta temporada. Lo que ha quedado claro es que un clásico es un clásico, y gane quién lo gane, siempre hay diversión, afición y calidad.
