El Celta va camino de sumar un nuevo culebrón sobre quien será su próximo entrenador. Tras la salida de Carlos Carvalhal, los ojos se pusieron en Andoni Iraola. Se decía que el técnico vasco era la primera clara opción en A Sede para coger el testigo del luso. Pero ahora el vasco ya se ha comprometido con el Bournemouth de la Premier League por dos campañas y no está disponible. Otros nombres como Philippe Montanier o Diego Alonso parecen estar en recámara, pero solo eso. Porque el elegido por Carlos Mouriño y por Luis Campos como primera opción es Marcelino García Toral.
El técnico asturiano está sin banquillo desde hace casi un año. Concluida su vinculación con el Athletic Club, Marcelino no ha cogido ningún banquillo quizá esperando algún puesto muy goloso. Se le relacionó con fuerza para recoger el testigo de la Selección Española, pero desde la RFEF se apostó por mirar dentro de sí misma. Y ahora, tras el triunfo en la Nations League, se han disipado los cánticos de otro posible relevo. Eso ha hecho que este verano el entrenador asturiano vuelva a salir al mercado, lo que es una buena noticia para el Celta. Pero también mala.
Mala porque según Fabrizio Romano, el Olympique de Marsella ha tomado la delantera para poder ficharle. Allí se reuniría con Pablo Longoria, presidente del club marsellés, con quien ya formó un buen tándem siendo éste director deportivo en el Valencia con la conquista de una Copa del Rey. Marcelino siempre ha abierto las puertas a salir de España a entrenar si el proyecto era bueno. El de Marsella lo parece y allí quieren convencerle dejando al Celta de nuevo compuesto y sin su entrenador deseado.