Un verano más, el futuro de Juan José Narváez (Pasto, Colombia, 12 de febrero de 1995) vuelve a estar totalmente en el aire. El pasado curso llegó en los últimos días del mercado a Valladolid. Con escasas oportunidades salió cedido al CD Leganés, donde también gozó de pocos minutos (apenas 540 minutos en 12 encuentros), en parte por una lesión. Ahora, tras un año de clara devaluación y habiendo jugado poco, vuelve al Pucela.
Tiene contrato y con el descenso sus opciones de quedarse, en teoría, aumentan, pero nada está claro. Nada salvo que el colombiano es pretendido por clubes que van a ser rivales de los blanquivioletas como el Racing o el Cartagena. Tanto en tierras cántabras como murcianas valoran el recorrido y la trayectoria pasada del jugador de 28 años en la categoría de plata y le quieren para sus plantillas. Además, su polivalencia que le permite jugar en casi todo el frente del ataque es una característica que lo hace más deseable si cabe.
No obstante ese futuro está pendiente de lo que diga Paulo Pezzolano. El técnico uruguayo quiere ver a los jugadores en pretemporada, al menos en las primeras semanas, y como tal Narváez está citado. De este modo su situación está, por ahora, congelada.