Un jarro de agua fría para el Real Madrid a dos días de empezar La Liga. Thibaut Courtois, uno de los grandes baluartes defensivos a lo largo de las tres últimas temporadas, estará una larga temporada alejado de los terrenos de juegos debido a una rotura de ligamento cruzado, que lo mantendrá lejos del verde durante un periodo de entre 5 y 7 meses.
Una terrible noticia para el conjunto blanco, cuya portería estaba blindada por el gigante belga, siendo una de las posiciones mejor cubiertas del equipo. Una noticia que, como ya han indicado diversos periodistas, hará al conjunto blanco salir al mercado en busca de un recambio para Thibaut.
Una opción en casa y otra de élite a coste cero
Como es lógico, todas las miradas se han dirigido directamente a Andriy Lunin, segundo portero del Real Madrid, y con, con toda seguridad, se pondrá bajo los palos en el debut liguero frente al Athletic Club el San Mamés. Una titularidad que llega en unas condiciones que probablemente el ucraniano no esperaba, pero que le darán una oportunidad para probar su valía.
Sin embargo, no está claro que el ucraniano vaya a ser el pilar bajo los palos hasta el regreso de Courtois. Y es que si la recuperación del belga se alarga más de lo esperado, podríamos plantarnos en el mes de abril sin noticias del belga, en la fase clave de la temporada, y, sobre todo, en terreno de la Champions League.
Es aquí donde entran en juego otras dos cartas que podrían tomar un papel importante en el mercado blanco. El primer nombre, así como el más factible como un recambio de élite para la meta blanca, es el de David De Gea. El portero español quedó libre este mismo mes de junio tras no llegar a un acuerdo para renovar con el Manchester United.
Un fichaje a coste cero que traería un recambio de garantías para la meta blanca, siendo un portero que destaca sobre todo por un amplio bagaje en el fútbol de altísimo nivel, habiendo sido una de las piezas claves de los Red Devils a lo largo de las últimas campañas. Un fichaje que, además, cerraría de una vez por todas aquel infame fax que impidió su llegada a La Casa Blanca allá por 2015.
Dos opciones que, a pesar de ofrecer una solución a corto plazo, no evitan que la noticia haya caído como una bomba en el club de Concha Espina, donde Courtois es una pieza clave no solo en el campo, sino en el vestuario. Un duro golpe cuyas consecuencias solo podrán verse con el paso de los meses.