Restan 15 días de mercado y muchos equipos siguen con deberes pendientes por hacer. De hecho es probable que no haya ninguno en las dos primeras categorías del fútbol nacional que diga con firmeza que su plantilla está cerrada. En el caso del Sporting de Gijón, quedan muchos deberes por hacer. La famosa revolución de la que se habló antes de concluir la pasada temporada y para la que ya se avisó se necesitaría más de una ventana de mercado, va a dejar cuando el 1 de septiembre se cierre el mercado, tareas pendientes. Por eso en la entidad se busca priorizar y la prioridad es como nadie oculta desde el club un delantero. Uno que haga que el cuadro sportinguista recupere un faro ofensivo del que ha carecido las pasadas campañas.
Porque, con la excepción de la temporada 2020/2021 que Uroš Đurđević «Djuka» logró 22 tantos, si de algo ha adolecido el cuadro rojiblanco las últimas campañas es de un goleador. Ese faro que aparecía para sellar los partidos. El aficionado sportinguista en la última década (quizá década y media) se acuerda de nombres como Barral, Bilic, Scepovic, Sanabria o Michael Santos. Delanteros que en una o varias temporadas fueron la referencia en cuanto a goles del cuadro gijonés. Temporadas en las que, además, el equipo logró objetivos o estuvo cerca de lograrlos. Un fichaje que la dirección deportiva rojiblanca está buscando y para lo que se ha reservado una importante partida salarial destinada al plantel. Unas pesquisas para lograr ese ariete que se mantienen en secreto.
Otros movimientos no están descartados
Aunque ese delantero es el único movimiento que desde la entidad se asegura, podría haber más. Eso sí, tiene que haber salidas. Miguel Ángel Ramírez y el club buscaban en este verano que la plantilla fuese más extensa. No se quería correr la misma fortuna de la pasada temporada en las que las múltiples bajas por lesiones o sanciones obligaron incluso a mirar con lupa las fichas del filial que se alineaban en algunos partidos. En caso de lograr alguna salida adicional, el objetivo pasaría por apuntalar la medular, donde por número hay efectivos suficientes, pero la baja de Pedro Díaz ha mermado la calidad de la misma.
Uno de los nombres, tal y como avanzó Ángel García, que se estarían valorando sería el de Rubén Pardo (Rincón de Soto, La Rioja, 22 de octubre de 1992), ex centrocampista del CD Leganés las últimas tres campañas y que jugó en Primera División con la Real Sociedad, Girondins de Burdeos y el Real Betis (219 partidos en total, anotando 10 goles y dando 35 asistencias). El perfil del riojano sería el que se buscaría en caso de haber espacio para otro fichaje, pero todo queda supeditado a alguna salida.