Tras completarse los primeros cuatro partidos ligueros en LaLiga EA Sports, el Athletic Club ha sumado siete unidades, encaramándose al quinto escalón de la tabla clasificatoria. El inicio de curso de los Leones, a nivel general, sin entrar en detalles no ha sido malo y más teniendo en cuenta que en el primer choque de la competición cayeron derrotados ante el Real Madrid.
Pero para algunos de los jugadores de la plantilla comandada por Ernesto Valverde, ha sido difícil de digerir su papel secundario e incluso podríamos decir testimonial, en estos primeros trescientos sesenta minutos de juego, mas añadidos. Futbolistas como Asier Villalibre, Ander Herrera, Adu Ares, Peru Nolaskoain, Dani García o Raúl García, se estarán preguntando que tienen que hacer para que el míster comience a verles con buenos ojos, como alternativa a los que han aglutinado el protagonismo de los rojiblancos o por lo menos que comience a verles.
Peru Nolaskoain no quiso marcharse
Al futbolista de Zumaia en Ibaigane le habían puesto hasta una alfombra roja, para facilitar su salida en busca de unos minutos que con los de botxo va a ser difícil que disfrute. El Espanyol era el más interesado en su incorporación, pero a última hora, Peru se echó atrás con la intención de apurar sus opciones por lo menos hasta el mercado invernal.
Si bien es cierto que ha estado lesionado, también lo es que Valverde no cuenta con el para la posición de defensa central y en la de mediocentro tiene la batalla perdida con varios de sus compañeros. El caso es que Nolaskoain no tan siquiera ha llegado a debutar esta temporada. Además, el canterano Beñat Prados, tan polivalente como él, a ojos del Txingurri, parece que le ha adelantado por la derecha y sin marcar los intermitentes.
A Asier Villalibre no le dejaron
El caso de búfalo de Gernika es para ser analizado en profundidad. Villalibre manifestó sus intenciones de marchar en busca de algo que con Valverde parece que no va a tener, minutos y continuidad. Lo quería hacer, allí donde se lo dieron la pasada campaña, en el Deportivo Alavés.
Pero el Athletic de quien se desprendió fue de Javi Martón, obligando al de la Villa Foral a quedarse a mirar como juegan sus compañeros. De momento ha tenido quince insuficientes minutos ante el Real Betis, para poder demostrar. En el último partido ante el Mallorca, Valverde pudo tirar de él para ver cómo se peleaba, contra la rocosa defensa de tres centrales planteada por el “vasco” Aguirre, pero el míster prefirió otras opciones más encaminadas a amarrar el punto.
Ander Herrera y Dani García para la Copa
La aportación de estos dos veteranos centrocampistas, está siendo anecdótica. La pareja Vesga-Ruiz de Galarreta le convence más al preparador de Viandar de la Vera. Herrera lleva cincuenta minutos de juego y Dani diecisiete. Lo del ex del Manchester y PSG clama al cielo, porque cuando no está lesionado, está en el banquillo. Ander que tenía que ser un futbolista diferencial por su bagaje y calidad, va a pasar a la historia como tantos otros que retornaron al club bilbaíno a disfrutar de una “jubilación dorada”.
Otros que no están convenciendo al míster
Si bien es cierto que Adu Ares y Hugo Rincón quizá estén aun un poco verdes para saltar a la palestra, también lo es que el extremo de San Adrián fue un recurso para Valverde y en estos momentos ni tan siquiera lo es. A Raúl García por lo visto, se le ha renovado para dos o tres tardes/noches, en las que el equipo tiene que ir a la heroica a por una victoria o defender un resultado, agarrándose a la raza y empuje del atacante navarro. Porque si no, no se entiende que tan solo haya disputado doce minutos de juego, en dos partidos, siendo el quinto cambio del equipo en ambos.
Por otra parte, estamos viendo como el capitán Iker Muniain ha perdido la vitola de titular indiscutible en el equipo y Alex Berenguer tres cuartos de lo mismo. Lo que está claro, es que de momento Valverde apuesta por una serie de jugadores en concreto y quizá todo viene provocado por que no les ve al nivel de los actuales titulares o por la experiencia que tuvo en el curso pasado, con alguno de los miembros de la plantilla, que desembocó en no llegar a lograr el objetivo propuesto.