El Real Madrid Club de Fútbol se quitó la espinita del empate en la anterior jornada de LaLiga EA Sport con una manita al Valencia Club de Fútbol, en un partido muy mirado por toda la polémica y el enfrentamiento entre el club ché y Vinícius Júnior, que se saldó con una gran versión del brasileño sobre el verde. Un 5-1 que deja a los blancos metiendo miedo en su persecución con el Girona Fútbol Club.
Tras el saque de honor de Pirri como nuevo presidente de honor del Real Madrid Club de Fútbol, empezaba el fútbol en el imponente Estadio Santiago Bernabéu. En un partido con los precedentes que tenía, con todo aquello de los insultos racistas y las portadas de Superdeporte, medio afín al Valencia Club de Fútbol, se esperaba un partido duro e intenso.
Lo que nadie se esperaba es que en el minuto tres de partido llegase el primer gol de la noche. Tras un cambio de juego exquisito de Toni Kroos, una pared entre Rodrygo y Daniel Carvajal acababa con un latigazo desde la frontal del lateral derecho para poner un tempranero gol cuando se veían todavía butacas vacías en el Santiago Bernabéu.
El Valencia daba la sensación de estar muerto, y más aún cuando se rozó el segundo gol de la noche desde las botas de Kroos con un lanzamiento de falta desde la frontal que acabó en la cruceta. Pero en cuanto bajó el Madrid, crecieron los chés. De hecho, Hugo Duro tuvo en sus botas hasta en dos ocasiones el empate: la primera, tras una gran jugada personal dentro del área en el minuto 10, y la segunda cinco minutos después con mismo protagonista en una situación de mano a mano. Y, en ambos casos, quien ganó fue Andryi Lunin, muy seguro bajo palos y aprovechando las bajas de Thibaut Courtois y Kepa Arrizabalaga.
El Real Madrid metió el partido en cloroformo para intentar sofocar una rebelión del Valencia, y asumiendo el consiguiente riesgo de la ley del fútbol de que se iguale un partido desde el balón parado, una situación muy buscada por los pupilos de Rubén Baraja. Con llegadas muy tibias en ambos lados del campo, el partido iba decantado al 1-0 al descanso.
Hasta que apareció la conexión brasileña. Un centro preciso de Rodrygo, que empezaba a coger ese tono físico y de juego que tantos éxitos le dio a los blancos en la temporada anterior, dejaba solo delante de Mamardashvili a un Vinícius Júnior que sólo tenía que empujar el balón con el pecho dentro de la portería para dar tranquilidad en el marcador en el último suspiro de los primeros 45 minutos.
Si en la primera mitad fueron tres minutos, en la segunda mitad no necesitó más de cuatro el Real Madrid. Recogió el balón en la banda derecha Vinícius Júnior, se perfiló a la derecha en la frontal del área tras dejar atrás a dos defensores, y sumó su doblete particular con un derechazo directo a gol en el que poco pudo hacer Mamardashvili. Pero para el colmo de las desgracias para el Valencia, un despiste defensivo en la salida de balón de los chés dejaban sólo a Rodrygo en el mano a mano ante el guardameta georgiano, que poco pudo hacer salvo mirar.
El Valencia estaba KO, y más aún cuando su capitán, José Luis Gayà abandonaba el partido por lesión en el minuto 51. Y ahí comenzó a divertirse el equipo de Carlo Ancelotti. Pudo llegar el hat-trick de Vinícius Júnior en el minuto 61 en un mano a mano del brasileño, y el Bernabéu pedía con ansia la manita en el marcador ante un equipo que ha cargado sin cesar contra ellos.
Dominaba plácidamente el partido el Real Madrid, buscando ese quinto gol para deleitar a su afición, pero sin volverse locos en ningún momento y dando la oportunidad a Ancelotti de dar descanso a varios de sus jugadores clave. La temporada es muy larga.
Al final, la coherencia se impuso y llegó el deseado quinto gol. Rodrygo, que parece vuelve a ser el de antes, bailó samba dentro del área para anotar su segundo de la noche. Recibió dentro del área, finto hacia el centro, recortó a su izquierda y, casi sin ángulo, batió de nuevo a Mamardashvili. Recital brasileño en el Santiago Bernabéu para volver a la senda de la victoria en LaLiga EA Sport.
El gol del Valencia de Hugo Duro quedó como anécdota, pero seguro que a Carlo Ancelotti no le haría gracia debido a la relajación y el error en la salida de balón de sus jugadores, que dejaban al español sólo ante Lunin y, esta vez, anotando un gol para su equipo. Los blancos sumarían los tres puntos, seguirían en persecución de la revelación de la temporada, el Girona Fútbol Club, y zanjarían con fútbol todo lo extradeportivo.