Existe un film estadounidense, rodado en 1967, que refleja mejor que cualquier otro, como alguien con confianza en sí mismo puede conseguir lo que se proponga. En esta maravillosa obra maestra dirigida magistralmente por Stuart Rosenberg, podemos observar y conocer a un antihéroe de libro. Un protagonista, a la vez que antagonista de sí mismo, que lleva por nombre, Luke. Al que una mala infancia y varias decisiones equivocadas en su juventud, le han llevado desproporcionadamente a una prisión estatal de máxima seguridad. Con el añadido de los trabajos forzados a que se ven sometidos todos los reclusos a diario.
Pues bien, desde el primer momento, tanto compañeros de celda, como vigilantes, como el propio boquiabierto espectador, pueden observar que Luke no es un recluso al uso. Ni siquiera un hombre al uso. Ni tan siquiera un ser humano ordinario y del montón. El protagonista de esta historia tragicómica es un individuo diferente, muy alejado de los del montón, con una personalidad contagiosa y envidiada. De esas personas que brillan con luz propia, aunque vengan mal dadas. Y la clave de todo eso, lo que caracteriza a las personas que marcan diferencias, no es otra cosa que lo que les decía al principio, la confianza en sí mismos.
Y haciendo un paralelismo con lo que está ocurriendo con la plantilla del CD Badajoz, podemos decir, ya después de 4 partidos seguidos sin conocer la derrota, que sus jugadores han recuperado esa confianza que les faltaba. Y es que lo que ha conseguido el conjunto de la capital del Guadiana no es nada fácil, en esta categoría tan igualada. Donde hasta los equipos de arriba, dígase CF Talavera o CD Numancia, las pasan canutas para enlazar dos o tres partidos sumando. Por eso no es peccata minuta lo que ha conseguido el conjunto pacense en las últimas 4 jornadas: 3 victorias y 1 empate.
Y de todo esto hay un responsable por encima del resto, su entrenador Iñaki Alonso. Por supuesto, tampoco hay que quitarle mérito a la Dirección Deportiva del club y su Consejo de Administración. Que son los que han acertado de pleno, esta vez sí, con el gran fichaje del durangués. El técnico vasco le ha dado un giro de 180 grados al conjunto extremeño. Al que cogió en puestos de descenso -hay que recordar que el Bada llegó a estar hasta colista algunas jornadas- y lo está acercando en tiempo récord a los puestos de ascenso a Primera Federación.
Sin ir más lejos el pasado domingo lo pudimos ver con el filial del Getafe CF -en su Ciudad Deportiva Fernando Santos de la Parra– hacer otro gran encuentro. Esta vez no pudo llevarse todo el botín, como había sucedido en partidos anteriores. Pero en su defensa hay que decir que se encontró a un filial getafense muy motivado, poniendo mucho ritmo al partido y una intensidad que no se le había visto en partidos anteriores. Quizás el estreno en el banquillo del ex del Atlético de Madrid, Gabi Fernández, también influyó en esa motivación extra de los cachorros azulones. Por no hablar de la calidad de alguno de sus jugadores. Como Moi Parra, que aunque salió desde el banco, demostró una calidad muy por encima de esta categoría. Pero el Badajoz, no sólo supo aguantar las embestidas del equipo local, sino que en la segunda parte adelantó líneas, pasó a un bloque alto, con su defensa en la medular del campo y fue a por los 3 puntos. Únicamente un penalti claro no pitado y la falta de instinto goleador, impidieron que los lobos no se llevasen los 3 puntos.
Pero, como no puede ser de otra forma, esta liga del grupo V de Segunda Federación no para. Y mañana domingo, de nuevo a las 5 de la tarde y de nuevo a una hora torera, visita el estadio Nuevo Vivero, la Gimnástica Segoviana. Una Gimnástica que viene de conseguir una gran victoria, la semana pasada también en tierras extremeñas. En un gran partido disputado en el estadio Príncipe Felipe, ante el CP Cacereño. Venciendo por 2 a 3. Y demostrando que es un conjunto, el entrenado por técnico local, Ramsés Gil, que sabe competir a muy buen nivel los 90 minutos. No es casualidad que se encuentre sólo a dos puntos del playoff.
Con jugadores destacados como su guardameta Carmona. O con una gran banda izquierda, con su extremo izquierdo Dani Plomer. Que además de la calidad que atesora, tiene una gran llegada y un gran olfato goleador. De hecho es el máximo artillero del conjunto segoviano con 3 tantos. Además en la medular es donde más fuerte se hace la Gloriosa. Con dos centrocampistas de un gran nivel: Fernando Llorente, que además lleva 2 goles. Y Juan de la Mata, que lleva un gol. Sin duda uno de los centros del campo de más calidad de este grupo. Finalmente, el encuentro tiene el aliciente de que llega a Badajoz un viejo conocido, el delantero centro Dani Segovia. Es cierto que no logró brillar con los blanquinegros y que sólo lleva un gol esta campaña. Pero fue el gol de la victoria la semana pasada en Cáceres. Y ya sabemos que los delanteros son jugadores de rachas.
En cualquier caso, una cosa que deberán tener presente ambas escuadras que se enfrentan mañana en el templo blanquinegro, es confiar en lo que están haciendo. En el mensaje que les transmiten sus respectivos entrenadores. Confiar y creer en el proyecto es vital. Como aquel antihéroe del que les hablaba al principio de este humilde artículo. ¿Lo recuerdan? La interpretación pasará a la historia, aunque no le diesen el merecido Óscar al gran Paul Newman -recordar que ese año esa obra maestra, «Cool Hand Luke» se llevó los 4 premios más importantes de la academia de Hollywood-. Y es que Newman, formado en el Art Studio de New York, también siempre fue un rebelde como el papel que interpretó. Y nunca fue un actor y una persona al uso, que pasara por el aro de los grandes estudios americanos. Pues en ese film histórico hay una secuencia maravillosa, en la que el protagonista comenta a sus compañeros de celda, cuando los llevan en el autobús a los trabajos forzosos, que él es capaz de conseguir lo que se proponga. Evidentemente los compañeros, todos encadenados de pies y manos, se burlan de él. En un momento el más avispado le pregunta: » pero, ¿qué tienes? No tienes nada». A lo que Luke (Paul Newman), responde una de las frases más bonitas, elocuentes y lúcidas que jamás escuché en una pantalla de cine: «En fin, la gente piensa que la CONFIANZA EN SÍ MISMO no vale nada».