La fiesta blanca no para
El Real Madrid tiró de dominio y efectividad para superar a un Deportivo Alavés al que no dejó meterse en el partido en ningún momento
Real Madrid y Deportivo Alavés se veían las caras en el Santiago Bernabéu en la antepenúltima jornada de la competición liguera. Ambos conjuntos, ya con los deberes hechos, afrontan estos últimos encuentros con el objetivo de cerrar una temporada muy positiva con los mejores resultados posibles. Los blancos llegaban con la resaca de la celebración del título de liga por las calles de Madrid y con la vista puesta en la final de la Champions. Por su parte, el conjunto vasco ya con la permanencia cerrada desde hace varias jornadas, buscaba ampliar la racha de cuatro partidos consecutivos sin perder.
Vendaval blanco
Arrancó el Real Madrid con pocas ganas de que el Alavés le arruinara la celebración de la liga junto a su afición y desde los primeros minutos quiso dominar en campo rival. Fruto de ello, cuando ni apenas se habían disputado 10 minutos, llegó el primer tanto del encuentro. Toni Kroos levantaba la cabeza con espacio en la frontal del área y colocaba un balón preciso al interior del área. Jude Bellingham, con un remate acrobático de primeras, no desaprovecharía la gran asistencia del alemán para abrir el marcador.
Tras el gol, los blancos seguían dominando con posesiones muy largas, marcando a su antojo el ritmo del partido. El conjunto vasco apenas podía salir a la contra con sus tres jugadores de ataque, pero rápido los locales volvían a recuperar el balón. Insistía el Real Madrid y antes de la media hora de juego subiría el 2-0 al marcador. Un gran balón filtrado dentro del área a Camavinga acababa con un pase de la muerte al punto de penalti que Vinicius Jr. mandaba al fondo de la red.
Dominio blanco absoluto que apenas se veía amenazado por un par de disparos lejanos del Deportivo Alavés. Los de Carlo Ancelotti contemporizaban el partido con posesiones interminables en el centro del campo, con un Kroos muy activo. Cuando lo consideraba oportuno, ponía a correr tanto a Vinicius Jr. como a Rodrygo, que amenazaban constantemente a la defensa del conjunto babazorro. Justo cuando se anunciaba el tiempo añadido, Valverde recibía en el interior del área y se sacaba un disparo potentísimo a la misma escuadra del primer palo. 3-0 y descanso en 45 minutos brillantes por parte del Real Madrid.
Efectividad total
La segunda mitad arrancó con algo menos de control por parte del Madrid, también con motivo del resultado. El Deportivo Alavés podía soltarse un poco en campo rival y gozaba de una gran ocasión. Hagi pinchaba del cielo de Madrid un balón dentro del área y su disparo abajo ajustado al palo no se convirtió en el primer gol de su equipo por una gran estirada de Courtois.
Pocas oportunidades más para un Alavés que según pasaban los minutos acusaba el cansancio de tantos minutos corriendo detrás del balón. Mientras tanto, los locales seguían saliendo al ataque con transiciones rápidas. En una de esas, Bellingham filtraba un balón al interior del área para que Vinicius Jr. la cruzara con un disparo potente y colocara el 4-0.
Seguía disfrutando el Real Madrid y la afición de una noche perfecta en el Santiago Bernabéu y es que el marcador se seguiría moviendo. Rodrygo arrancaba desde el centro del campo por la banda izquierda buscando su gol, en el interior del área probó con un disparo, pero sacó atento Owono. El que también lo estuvo fue Arda Güler para en el rechace volver a marcar y colocar la manita en el marcador.
Así llegaba a su final un partido en el que el Real Madrid fue muy superior y alargó su fiesta del título liguero. El Deportivo Alavés, ya salvado, no pudo alargar su buena racha de resultados viéndose superado en todo momento sobre el césped del Santiago Bernabéu.
