A los locales les cambia la cara los miércoles cuando transitan por el ilusionante camino de la Copa Federación. Pero los fines de semana los resultados no acompañan y tras dos derrotas consecutiva necesitan reconducir su mala dinámica para escapar de los puestos de descenso. Enfrente tendrán a un filial que ha hecho de todo, alternando buenas actuaciones, con encuentros decepcionantes. Los blaugranas están pagando el peaje de su juventud e inexperiencia y el siempre exigente Municipal de Las Llanas, será una buena piedra de toque para testar las posibilidades de los dirigidos por Albert Sánchez de escalar puestos en la clasificación.
Con la gasolina justa
Los pupilos de Ángel Viadero están protagonizando un exigente inicio de temporada en el que sus éxitos en la Copa Federación, donde ya están semifinales, les han obligado en la últimas semanas a vestirse de corto, prácticamente cada 72 horas. Teniendo en cuenta que la plantilla del Sestao River tampoco es demasiado extensa, esa acumulación de minutos provoca que en alguno de los partidos ligueros disputados la factura se pague en forma de derrota.
Si bien es cierto que los verdinegros no son presa cómoda y los partidos que han perdido han sido por la mínima y muy disputados, salvar el tramite en esta fase de la temporada cumpliendo el ilusionante objetivo de clasificarse para las eliminatorias de la Copa del Rey y así poder ver a «un primera» en el feudo sestaotarra, es una motivación que justifica el que se estén dejando algunos pelos en la gatera. Sin olvidarse del empujón económico que este supuesto significaría, para una entidad que precisamente no está para tirar cohetes en este sentido.
Pocos antecedentes
La primera vez que se vieron las caras estos dos equipos fue en la temporada pasada. Los catalanes estuvieron mas certeros y la victoria en ambas ocasiones fue para ellos, por lo que el River espera que a la tercera sea la vencida para poder sumar algún punto ante un equipo cuya calidad made in La Masía, esta fuera de toda duda, pero que tendrá que adaptarse a un terreno y una forma de jugar muy distinta a lo que ellos practican.
Se espera a un River intenso, de presión alta, con mordiente y hambre por lograr una victoria delante de su gente que se les está resistiendo más de la cuenta. El balón parado y la segunda jugada podrían ser clave, en un duelo donde podremos ver a dos de los pistoleros mas implacables de la categoría, Leandro Martínez versus Víctor Barberá.