Tras un inicio de temporada algo convulso, poco a poco el Real Madrid comienza a carburar. No tanto en resultados, terreno en el que las dudas aún sobrevuelan el Santiago Bernabéu, a pesar de que al conjunto blanco le serviría una victoria en el encuentro del sábado frente al Barça para asentarse en el liderato, como en el ámbito puramente futbolístico, donde, por el momento, los de Carletto tienen más dudas que certezas.
Un problema del que son plenamente conscientes en Valdebebas, y tratan de buscar de forma activa una solución. Existen algunas respuestas a la crisis de juego del conjunto blanco, entre las que destacan la marcha de Toni Kroos, el que fuera metrónomo blanco durante toda una década. Sin embargo, el germano no es el único futbolista al que el esquema blanco está echando de menos respecto a la pasada campaña, siendo el de Jude Bellingham otro nombre propio.
El dilema con el esquema que afecta de lleno a Bellingham
Bastaron solo unas semanas para que todos comprendieran que el inglés había aterrizado de pie en el Santiago Bernabéu. Pocos partidos y muchos goles y asistencias después de su debut, Bellingham ya era uno de los ídolos del feudo madridista. Un protagonismo que se extendió a lo largo de toda la temporada, en la que el británico fue clave en la consecución de Liga y Champions. Así lo reflejan sus estadísticas a lo largo de la pasada campaña: 23 goles y 13 asistencias en 42 partidos.
Un buen hacer que lo ubicó entre los mejores jugadores del planeta, y, con casi toda seguridad, a conformar una de las tres plazas del podio en el Balón de Oro, que se entrega el próximo lunes. Y es que desde el primer momento, Ancelotti dio en la tecla con el esquema de rombo en el que el inglés se convirtió en la pieza angular del conjunto blanco. Un esquema que sacó a relucir todas las virtudes del centrocampista inglés, pero que, tras la llegada de Mbappé, Ancelotti decidió deshacer.
El fichaje del futbolista inglés se tradujo en un atasco en el perfil izquierdo del campo, donde nombres como Mbappé, Vinicius o incluso Rodrygo, encuentran su mejor versión. Y la posición del inglés en ese esquema de rombo lo posicionaba en una posición teórica de enganche con total libertad en la zona de tres cuartos. Y su tendencia como futbolista diestro, también era la de caer a la banda izquierda. Un sistema que, desde la llegada de Mbappé, Ancelotti consideró incompatible con todos sus hombres de ataque.
Entonces, y tras los muchos experimentos del técnico italiano, Bellingham ha adquirido un gran protagonismo partiendo de una posición de interior derecho, la misma que desempeñaba en el Borussia Dortmund antes de desembarcar en la capital. No obstante, y a pesar de que su labor defensiva se ha visto incrementada, su influencia en labores ofensivas se ha visto, por el contrario, disminuida. Algo que se ha visto reflejado también en sus estadísticas, ya que desde que juega más lejos del área, el inglés apenas suma 2 asistencias en pleno mes de octubre.
Una situación que, sin embargo, Ancelotti no considera un problema: «No ha marcado los goles del año pasado, pero la sorpresa no es este año, sino los que marcó el año pasado». Unas palabras con las que el técnico italiano parece seguir con su plan original de mantener a Bellingham como centrocampista puro, donde pueda suplir la falta de Kroos, y dejar el perfil ofensivo a los atacantes.