Con el paso de los años, un Real Avilés – Marino de Luanco se ha ido convirtiendo no solo en un auténtico clásico dentro del fútbol asturiano. También del fútbol modesto, humilde o ‘del barro’. Un encuentro de rivalidad muy cercana, pues ambos estadios están separados por apenas 16 kilómetros. Un partido que para ambos equipos llega en un momento muy importante, pues ambos llegan con dudas tras unos resultados escabrosos y un último encuentro en el que ambos parece encontraron algo a lo que agarrarse. Será día del club para los socios locales, que tendrán que pasar por caja. Algo que, por cierto, no ha gustado mucho en la parroquia realavilesina, teniendo que salir su presidente a defender la medida con hechos que no se puede negar son irrebatibles.
No obstante y en cualquier caso es evidente que eso restará algo de afluencia a las gradas del Román Suárez Puerta, donde los suyos esperan ver la segunda victoria consecutiva de los locales. Éstos vienen de vencer en otro derbi, en el Nuevo Ganzábal. Allí fueron inferiores en muchas cosas a su rival, pero fueron muy superiores en las áreas; lugar donde se deciden los partidos. Por su parte, el Marino llega tras empatar en casa. Pero un empate que sabe muy bien porque lo logró en inferioridad y jugando una hora con un hombre menos. Los dos necesitan ganar para sus ‘guerras’ particulares. Unos para volver a puestos de play-off y otros para no verse metidos de lleno en la zona roja de la clasificación.
Javi Rozada no podrá contar con Luis Martínez por sanción, al ver la quinta amarilla la pasada jornada frente al Unión Popular de Langreo. Tampoco con Davo Fernández, Soler, Gete ni Edu Cortina por lesión. Cinco bajas, todas ellas de jugadores con importancia en los esquemas del técnico ovetense. En cuanto al Marino, Manel Menéndez también tendrá que suplir la ausencia de uno de los llamados a ser líder del equipo: Jorge Morcillo. El veterano central fue expulsado la semana pasada y sancionado con dos encuentros. Dalios Tejera o Álex Muñiz son, sobre el papel, los recambios más probables para su baja.
El encuentro será dirigido por el colegiado vasco Asier Villanueva Amorrortu, de 28 años. Bilbaíno, cumple su cuarto año en la categoría, en la que ingresó en 2021. Desde entonces ha dirigido un total de 45 encuentros con un balance de quince victorias locales, dieciséis empates y catorce victorias visitantes. De todos ellos dos han sido al Avilés, con una victoria y una derrota y cuatro al Marino con el mismo balance de triunfos/derrotas y dos empates. Pero sobre todo, algo a destacar del trencilla vizcaíno es que es uno de los árbitros con menos tarjetas de media por encuentro, ya que no llega a cinco, cuando lo habitual entre los árbitros de la categoría es estar en seis.